En lo que va de 2024, la producción acumulada de carne en México ha mostrado un comportamiento favorable en las principales categorías, con un crecimiento notable en la porcicultura. Según datos del Departamento de Economía e Inteligencia de Mercados de 333 Latinoamérica, elaborados a partir de información del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), se presentan tendencias diferenciadas entre las carnes de ave, bovino y porcino para el período enero – noviembre de 2024.
La producción de carne de cerdo acumulada en el período enero – noviembre alcanzó un total de 1 641 429 toneladas (t). Esta cifra representa un incremento del 2,3% respecto al mismo lapso de 2023, lo que evidencia un desempeño positivo en la porcicultura nacional.
En comparación con otras categorías, la tasa de crecimiento acumulada de la carne porcina superó a la del bovino, que registró un aumento del 2,0%, pero se ubicó por debajo de la carne de ave, la cual experimentó un crecimiento del 2,7% en el mismo período.
Durante el mes de noviembre, la producción de carne de cerdo alcanzó su nivel más alto en lo que va del año, con un total de 160 615 toneladas. Este resultado representa un incremento del 2,0% en comparación con noviembre de 2023 y un notable aumento del 3,3% frente a octubre de este mismo año. Estas cifras destacan la fortaleza de la producción porcina en el cierre del año.
En general, el sector cárnico mexicano sigue mostrando dinamismo, con la carne de ave liderando el crecimiento acumulado en 2024, seguida por la carne de cerdo y la carne de bovino. Este comportamiento reafirma la preferencia de los consumidores por las carnes de mayor disponibilidad y accesibilidad en el mercado, al tiempo que subraya el compromiso del sector porcino en mejorar su productividad y competitividad.
En conclusión, el desempeño de la producción porcina en 2024 refleja una tendencia positiva que, aunque no alcanza el crecimiento de la carne de ave, muestra un avance sólido en el contexto de una industria cárnica en constante evolución. Este escenario presenta oportunidades para que los productores porcinocultores sigan fortaleciendo sus estrategias de mercado y optimizando sus procesos de producción.
Con un cierre de año favorable, el panorama para 2025 luce prometedor, siempre que se mantengan los esfuerzos por innovar y garantizar una producción sostenible y competitiva.
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