La presa de Villa Victoria, uno de los cuerpos de agua más importantes del Estado de México, enfrenta una situación preocupante. Según los datos más recientes, el nivel de almacenamiento se encuentra en solo el 34.5% de su capacidad total, una cifra que, aunque representa una leve mejora respecto al año pasado, refleja el impacto persistente de la sequía y la sobreexplotación hídrica.
Habitantes de las comunidades cercanas a la presa han señalado que la falta de lluvias y la constante extracción de agua por parte del sistema Cutzamala son los principales factores detrás de la disminución de los niveles del embalse. “Cada año vemos cómo baja más el agua”, comenta uno de los vecinos, quien también menciona que la situación se agrava por la escasa precipitación registrada en la región.
La reducción del volumen de agua ha afectado significativamente las actividades productivas y recreativas. Los pescadores locales reportan que ahora deben adentrarse más en la presa para encontrar especies como charal, acocil y otras variedades de peces, lo que incrementa sus costos y reduce sus ingresos.
Además, la falta de agua ha impactado al turismo local. “Antes se veían muchas lanchas y recorridos turísticos, pero eso ya casi no se ve”, menciona otro habitante. Esta disminución ha golpeado a pequeños negocios que dependían del flujo de visitantes para subsistir.
Pese a la gravedad del panorama actual, los registros muestran una mejora moderada en comparación con el mismo periodo del año anterior. El 6 de marzo de 2024, la presa se encontraba al 30.16% de su capacidad, mientras que en la misma fecha de 2025, alcanzó un 44.69%. Sin embargo, este incremento no se ha sostenido, y a la fecha el nivel ha descendido nuevamente al 34.5%.
La presa no solo es un recurso hídrico; representa también un elemento vital para la alimentación, el empleo y la identidad local. Los vecinos expresan su preocupación por la incertidumbre del futuro.
“Esta presa siempre ha sido parte de nuestra vida, no saber si la tendremos en el futuro es angustiante”, dicen.
Frente a esta situación, se hace necesario un llamado urgente a las autoridades ambientales y de gestión hídrica para implementar acciones concretas que permitan la recuperación del nivel de la presa. El control en la extracción de agua, estrategias de conservación y campañas para el uso responsable del recurso son medidas clave para frenar el deterioro de este embalse.