Cuautitlán Izcalli enfrenta una preocupante escalada de violencia durante la administración de Daniel Serrano Palacios. Los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelan un aumento del 18% en los homicidios dolosos registrados en el municipio desde que Serrano asumió la presidencia municipal.
Entre enero y mayo de 2025 se abrieron 39 carpetas de investigación por homicidio, frente a las 33 registradas en el mismo periodo de 2024, cuando el gobierno local estaba encabezado por Yareni Marcela Trejo Antonio, sustituta interina de Karla Leticia Fiesco García. Este incremento refleja un retroceso evidente en materia de seguridad pública, preocupando cada vez más a los habitantes de esta localidad mexiquense.
A pesar de estas cifras alarmantes, Daniel Serrano mantiene un discurso optimista, asegurando que las cosas marchan “excelente” en el municipio. Sin embargo, la percepción ciudadana contradice estas declaraciones: una reciente consulta revela que más del 70% de los encuestados no desea que el alcalde busque la reelección, reflejo del creciente descontento con su gestión.
La situación actual en Cuautitlán Izcalli no solo enciende las alarmas sobre el avance de la criminalidad, sino que también cuestiona la eficacia de las políticas implementadas por la actual administración. La falta de resultados palpables en la contención de la violencia pone en duda el compromiso del gobierno municipal con la seguridad de sus habitantes.
Es indispensable que las autoridades locales asuman con seriedad la gravedad de estos números y replanteen sus estrategias. La ciudadanía exige respuestas concretas, acciones efectivas y un gobierno que priorice la vida y la tranquilidad de sus habitantes por encima de los discursos triunfalistas.