La reciente decisión del Gobierno de México de prohibir la importación temporal de calzado terminado marca un parteaguas para la industria zapatera nacional. Pero más allá del impacto general, la medida abre una nueva esperanza para San Mateo Atenco, municipio del Estado de México reconocido por su tradición en la fabricación de calzado artesanal y de alta calidad.
Fin a la competencia desleal
Durante años, los productores de San Mateo Atenco se enfrentaron a la competencia desleal derivada del abuso en el programa IMMEX, que permitió importar calzado terminado sin pagar IVA ni aranceles. Esta práctica redujo la competitividad de los talleres locales, provocó el cierre de fábricas y debilitó a cientos de familias que dependen directamente de esta actividad económica.
Con el nuevo decreto, la importación temporal queda eliminada y todo calzado introducido al país deberá pagar un arancel mínimo del 25%, garantizando condiciones más justas para los fabricantes mexicanos.
Recuperación del empleo y la producción
En San Mateo Atenco, donde gran parte de la economía gira en torno al calzado, la medida podría significar la recuperación de empleos perdidos y el impulso de la producción. Solo en 2024, la industria nacional reportó la pérdida de cerca de 11 mil puestos de trabajo, cifra que impactó de manera particular en municipios con fuerte vocación zapatera.
Los expertos prevén que el decreto permitirá reactivar segmentos clave como el calzado deportivo, sintético y de materiales como TR y PU, rubros donde los talleres atenquenses tienen experiencia y capacidad instalada.
Impulso a los talleres familiares y la economía local
La tradición zapatera de San Mateo Atenco se sostiene principalmente en talleres familiares que, pese a las dificultades, han mantenido vivo el oficio por generaciones. La eliminación de la competencia artificial permitirá que estos negocios puedan volver a colocar su calzado en mercados locales y regionales con mayor competitividad.
Además, la medida fortalece a toda la cadena productiva local: desde curtidores de pieles e insumos, hasta comerciantes y distribuidores, lo que se traduce en un mayor dinamismo económico para el municipio.
Retos y oportunidades para San Mateo Atenco
Aunque el decreto abre oportunidades, los beneficios no serán inmediatos. De acuerdo con la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), los efectos positivos se reflejarán a partir de mediados de 2026, cuando los grandes almacenes ajusten sus compras y comiencen a voltear hacia la producción nacional.
Para aprovechar esta coyuntura, San Mateo Atenco tendrá que enfrentar retos como:
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Modernización de procesos para aumentar su capacidad productiva.
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Innovación en diseño y materiales que respondan a la demanda actual del mercado.
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Fortalecimiento de canales de distribución para posicionar sus productos más allá del municipio.
San Mateo Atenco: símbolo de la tradición zapatera
Más allá de la coyuntura, la medida federal representa un reconocimiento al valor cultural y económico de la industria zapatera mexicana. San Mateo Atenco, que por décadas ha sido un referente en la producción de calzado artesanal, tiene ahora la posibilidad de consolidar su lugar en el mercado y contribuir de forma decisiva a la recuperación nacional del sector.
El decreto es visto como un “piso parejo” para los productores locales, que ahora podrán competir en igualdad de condiciones y proyectar su trabajo hacia un futuro más próspero.