Un nuevo escándalo golpea al Ayuntamiento de Tianguistenco tras la denuncia de una trabajadora auxiliar de la Subdirección de Cultura, Turismo y Fomento Artesanal, quien acusa a un funcionario de acoso y hostigamiento sexual y señala a la presidenta municipal, Erika Olea, de presunto encubrimiento institucional.
Según el testimonio de la afectada, que solicitó el anonimato por temor a represalias, el agresor identificado como Juan Jesús “N.”, coordinador de Turismo, fue protegido por autoridades locales y, pese a las acusaciones en su contra, habría sido reinstalado en la Dirección de Gobernación, lo que le permitió seguir laborando dentro de la administración.
Una promesa de cambio que se volvió pesadilla
La denunciante, artista de teatro con trayectoria en el ámbito cultural, se unió de manera voluntaria a la campaña electoral de 2024 que llevó a Erika Olea a la presidencia municipal. Animada por el discurso de liderazgo femenino, aceptó un cargo en enero de 2025 en el Ayuntamiento, convencida de que sería una oportunidad de desarrollo profesional.
No obstante, la experiencia pronto se transformó en una situación de violencia. La trabajadora relata que el coordinador de Turismo realizaba tocamientos, abrazos forzados y comentarios con connotaciones sexuales, insistiendo en que “ella debía ser su amante”. Al resistirse, el hostigamiento se convirtió en violencia laboral: fue difamada como “floja” y señalada negativamente ante la propia presidenta municipal.
Denuncia ante Fiscalía y presuntas irregularidades
En mayo de 2025, la auxiliar interpuso una denuncia formal ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Sin embargo, el proceso ha estado marcado por lo que ella describe como revictimización e irregularidades legales.
El pasado 1 de octubre, durante una audiencia en el Ministerio Público de Tenango del Valle, la afectada recibió una propuesta de “acuerdo extrajudicial”: aceptar 10 mil pesos para que el acusado pudiera recuperar su puesto, bajo el argumento de que “tiene una familia que mantener”.
Lejos de apoyo, la víctima asegura que recibió comentarios ofensivos por parte de la autoridad: “Ni siquiera eres una niña violada”, le habrían dicho, advirtiéndole que su análisis psicológico podría volverse en su contra si no aceptaba el arreglo.
Exigen justicia y transparencia
El caso genera fuerte indignación en Tianguistenco, pues se denuncia que la administración municipal no solo habría protegido al presunto agresor, sino que también se habría utilizado el aparato institucional para minimizar el impacto de la denuncia.
Organizaciones feministas y defensoras de derechos humanos han señalado que la revictimización es una de las principales barreras que enfrentan las mujeres al denunciar acoso laboral y sexual en México, y este caso podría convertirse en un ejemplo de cómo la justicia falla en garantizar seguridad a las víctimas.
Contexto y relevancia social
El tema adquiere mayor relevancia en un contexto político donde la participación de las mujeres en cargos de liderazgo debería garantizar espacios laborales libres de violencia. La situación en Tianguistenco refleja cómo, incluso bajo administraciones encabezadas por mujeres, persisten estructuras de impunidad y protección a agresores.
El desenlace de este caso será clave para medir el compromiso de las instituciones locales con la lucha contra la violencia de género y la transparencia en la función pública.