La Secretaría de Movilidad del Estado de México (Semov) formalizó la convocatoria que marca el inicio de la restructuración más grande del transporte público en las modalidades colectivo y mixto. La dependencia estatal arrancó un censo masivo que deberá integrar a todos los concesionarios, operadores, unidades y rutas en operación.
Este proceso será obligatorio y representa el primer paso hacia un sistema ordenado, digitalizado y supervisado, después de décadas de operación desarticulada y marcada por malas prácticas e insuficiencia regulatoria.
La publicación oficial en la Gaceta de Gobierno reconoce que el transporte público mexiquense ha funcionado por años bajo esquemas dispersos, inseguros y poco transparentes, generando afectaciones para los usuarios y dificultando la fiscalización.
El censo forma parte del proceso para construir la Red de Transporte Mexiquense (RTM), un sistema que integrará:
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Rutas y corredores unificados
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Centros de transferencia modernizados
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Un esquema operativo homologado
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Tecnologías de monitoreo en tiempo real
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Imagen institucional unificada
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Estándares estrictos sobre tarifa, seguridad y calidad del servicio
El objetivo es que los actuales derroteros y concesiones migren gradualmente a un modelo de operación moderno, con unidades actualizadas y un control más rígido sobre el cumplimiento normativo.
El gobierno estatal necesita una base de datos precisa para diseñar la RTM. Por ello, la Semov busca recopilar y depurar información relacionada con:
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Número real de concesiones activas
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Unidades en circulación
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Rutas autorizadas y su operación real en campo
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Flujos de pasajeros
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Condiciones de seguridad y mantenimiento
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Identificación de operadores
Sin estos datos, la integración del sistema sería deficiente y replicaría los problemas actuales de informalidad y falta de supervisión.
La convocatoria surge como cumplimiento del ajuste tarifario autorizado el 10 de octubre de 2025, donde se estableció que los concesionarios debían someterse obligatoriamente al proceso de reestructuración para mantener su operación.
Con la formalización del acuerdo, no quedan excepciones:
Todo prestador del servicio colectivo o mixto, sin importar si trabaja por cuenta propia o mediante terceros, deberá integrarse al procedimiento.
Uno de los objetivos centrales del nuevo esquema es consolidar una concesión única por unidad o empresa, lo que permitirá:
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Reducir la discrecionalidad en la operación
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Facilitar la supervisión estatal
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Simplificar obligaciones administrativas
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Evitar múltiples permisos sobre un mismo derrotero
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Combatir la corrupción y la informalidad
La base de datos obtenida del censo será clave para implementar esta transición.
La Semov instruyó a sus Direcciones Generales de Zona y a la Coordinación de Concertación Sectorial a trabajar con los municipios para:
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Formar Comités Municipales de Movilidad
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Atender particularidades regionales
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Ajustar rutas y demanda local
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Implementar cambios operativos con el Consejo del Transporte del Estado de México
Esto permitirá que la reestructuración se lleve a cabo desde lo local, con diagnósticos más precisos y participación directa de los actores involucrados.
Los concesionarios que no participen en el censo o incumplan las medidas de reestructuración enfrentarán sanciones previstas en el Código Administrativo del Estado de México, que incluyen:
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Multas económicas
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Suspensión temporal de la concesión
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Revocación definitiva del permiso de operación
La Semov ha reiterado que el proceso no es opcional y forma parte del compromiso asumido tras el incremento tarifario.
La Secretaría de Movilidad contará con hasta 90 días hábiles para publicar los lineamientos formales del censo, que incluirán:
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Formatos de registro
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Documentación obligatoria
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Medios digitales de presentación
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Procedimientos de verificación
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Calendario por municipio o región
Con esta etapa inicia el ordenamiento más amplio del transporte público en décadas, con el objetivo final de integrar todo el sistema bajo la Red de Transporte Mexiquense a mediano plazo.
En conclusión, el Estado de México entra en una fase determinante para transformar su sistema de transporte público. El censo obligatorio y la posterior reestructuración buscan dejar atrás un modelo desordenado para dar paso a un sistema tecnificado, seguro, regulado y centrado en el usuario.
La RTM se perfila como el nuevo eje de movilidad estatal, y esta convocatoria marca el inicio de esa transición.







