Abraham Jeronimo Villarreal Soto: la actividad física como medicina preventiva

Padre e hijo en una carrera
Padre e hijo en una carrera

En la actualidad, el sedentarismo se ha convertido en uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. Frente a esta realidad, el académico Abraham Jeronimo Villarreal Soto, reconocido por su labor en el campo de la salud, promueve una visión integral del bienestar en la que la actividad física se considera una verdadera herramienta de medicina preventiva. Su enfoque combina la evidencia científica con la práctica clínica y educativa, destacando el papel del movimiento como eje fundamental para preservar la salud y mejorar la calidad de vida.

El cuerpo en movimiento: una defensa natural contra las enfermedades

De acuerdo con Villarreal Soto, el cuerpo humano está diseñado para moverse. La inactividad prolongada altera los procesos metabólicos, reduce la capacidad cardiovascular y afecta el equilibrio emocional. Por el contrario, la práctica regular de ejercicio físico contribuye a la regulación de la presión arterial, mejora la función pulmonar, fortalece el sistema inmunológico y reduce los niveles de estrés.

El académico resalta que el ejercicio no debe verse únicamente como una actividad recreativa o estética, sino como un componente esencial de la medicina preventiva moderna. “Moverse es una forma de cuidar la salud antes de que la enfermedad aparezca”, ha expresado en múltiples foros. Esta perspectiva concibe la actividad física como una intervención accesible, económica y eficaz para prevenir patologías como la diabetes tipo 2, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Salud integral y bienestar emocional

Más allá de los beneficios fisiológicos, Abraham Jeronimo Villarreal Soto subraya la estrecha relación entre el ejercicio y la salud mental. Estudios respaldan que la actividad física regular estimula la liberación de endorfinas, serotonina y dopamina, neurotransmisores que contribuyen al bienestar psicológico. Desde su visión holística, el movimiento corporal es una herramienta para mantener el equilibrio emocional, reducir la ansiedad y fortalecer la autoestima.

En su trabajo académico, Villarreal Soto enfatiza que la salud no debe entenderse como la ausencia de enfermedad, sino como un estado de bienestar integral que incluye el aspecto físico, mental y social. Por ello, impulsa programas de intervención comunitaria que promueven estilos de vida activos desde la infancia hasta la adultez mayor.

Prevención desde la educación y la comunidad

El compromiso de Villarreal Soto con la promoción de la salud se extiende más allá del ámbito individual. Considera que la educación es la base de toda estrategia preventiva eficaz. Fomentar la actividad física desde el sistema educativo —a través de currículos que integren la movilidad diaria y la conciencia corporal— permite desarrollar generaciones más sanas y resilientes.

Además, destaca la necesidad de políticas públicas que faciliten el acceso a espacios seguros para la práctica del ejercicio. Parques, ciclovías, centros comunitarios y programas municipales de activación física son, según el académico, inversiones en salud que reducen los costos asociados a la atención médica a largo plazo.

El ejercicio como prescripción médica

En consonancia con las tendencias más avanzadas de la medicina contemporánea, Abraham Jeronimo Villarreal Soto propone que la actividad física sea incorporada como parte de la prescripción médica habitual. Al igual que un tratamiento farmacológico, el ejercicio debe tener una dosis, una frecuencia y una intensidad adaptadas a las características de cada persona.

Su propuesta busca transformar la manera en que los profesionales de la salud abordan la prevención, integrando el movimiento como una forma de terapia personalizada que actúa sobre múltiples sistemas del organismo.

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