El consumo de cristal en el Estado de México ha experimentado un preocupante incremento durante este año, situándose como la segunda sustancia psicoactiva más consumida, tan sólo por debajo del alcohol, que históricamente ha liderado la lista de adicciones. Este cambio, informado por el titular del Instituto Mexiquense de Salud Mental y Adicciones, Raúl Naveda López Padilla, refleja una alarmante tendencia que podría posicionar al cristal como la droga más consumida en la entidad para el año 2025.
El cristal es una droga sintética altamente peligrosa. Su facilidad de elaboración y la posibilidad de adulterarla con químicos económicos incrementan los riesgos para quienes la consumen. Esta sustancia estimula el sistema nervioso central, provocando efectos como agitación, sudoración, aumento del líbido, y en casos extremos, infartos. Según el especialista en atención de adicciones, esta droga no solo representa un grave daño a la salud, sino que su proliferación en el mercado puede deberse a su accesibilidad y métodos de modificación.
En comparación con 2023, el panorama del consumo de sustancias psicoactivas en el Estado de México ha cambiado considerablemente. Mientras que el alcohol mantiene su lugar como la sustancia más consumida, el cristal ha superado a la marihuana, el tabaco y las metanfetaminas. Esta transición refleja un aumento en la accesibilidad y demanda del cristal entre los consumidores de la región.
En cuanto a los grupos etarios, el consumo de sustancias afecta principalmente a adolescentes de entre 12 y 17 años, quienes representan el 53% de las atenciones por consumo en los primeros 10 meses de este año. Les siguen los jóvenes de 18 a 29 años con un 20.6%, y los adultos de 30 a 45 años con un 14.5%. Es alarmante que incluso niños de 8 a 11 años registran un 1.6% de atenciones relacionadas.
El informe destaca que el 56.34% de las atenciones por consumo corresponde a hombres, mientras que el 43.66% son mujeres, lo que evidencia una tendencia generalizada en ambos géneros. Además, el policonsumo —la mezcla de múltiples sustancias psicoactivas— complica significativamente los procesos de recuperación de los pacientes atendidos en el Instituto.
El Instituto Mexiquense de Salud Mental y Adicciones también reveló un incremento en trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. En 2024, la ansiedad representó el 15.3% de las atenciones, superando el 13.3% registrado en 2023. La depresión pasó del 11.9% al 14.4%, mientras que la ideación suicida disminuyó ligeramente del 1.2% al 0.5%. Estos trastornos a menudo están relacionados con el consumo de sustancias, lo que subraya la necesidad de un enfoque integral para abordar estas problemáticas.
En conclusión, el aumento en el consumo de cristal en el Estado de México en 2024 plantea un desafío urgente para las autoridades sanitarias y sociales. Con un crecimiento alarmante en adolescentes y jóvenes adultos, así como un panorama de policonsumo cada vez más complejo, es crucial implementar estrategias efectivas de prevención y tratamiento. Asimismo, los esfuerzos para combatir las causas subyacentes, como la ansiedad y la depresión, son fundamentales para frenar esta tendencia y proteger a las generaciones futuras.
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