El 214 aniversario de la Independencia de México, celebrado el 16 de septiembre de 2023 en Culiacán, Sinaloa, estuvo marcado por una significativa baja en la asistencia al desfile debido a los recientes episodios de violencia en la región. Durante una semana, los enfrentamientos han dejado un saldo de al menos 35 muertos, lo que ha generado temor entre la población.
A pesar de la tradición de realizar un desfile patriótico en la capital sinaloense, la afluencia de personas fue notablemente menor en comparación con otros años. Desde el 12 de septiembre, las celebraciones del Grito de Independencia fueron canceladas por el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, como medida preventiva ante la ola de violencia que afecta al estado.
El evento, que usualmente congrega a miles de personas, estuvo blindado por efectivos del Ejército, policías locales y la Guardia Nacional. Sin embargo, este esfuerzo no logró atraer a las multitudes que suelen asistir al festejo patrio. A través de redes sociales, el Ayuntamiento de Culiacán compartió imágenes de los pocos asistentes, resaltando que el principal protagonismo lo tuvieron las fuerzas de seguridad, en lugar de la ciudadanía.
Los enfrentamientos entre facciones del crimen organizado han causado un ambiente de inseguridad que afecta a la población de Sinaloa. La madrugada del mismo 16 de septiembre, un enfrentamiento armado en la zona de La Campiña, a pocos kilómetros del lugar donde se realizó el desfile, resultó en la muerte de un miembro del Ejército, según confirmó el gobernador Rocha Moya.
El gobierno de Sinaloa ha explicado que la reciente violencia es producto de una pugna interna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: la Chapiza, ligada a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y la Mayiza, relacionada con el grupo liderado por Ismael “El Mayo” Zambada. Estos conflictos han resultado en múltiples enfrentamientos armados, que incluyen ataques contra las fuerzas armadas mexicanas.
Durante los operativos realizados en Culiacán, personal naval ha asegurado vehículos blindados, drogas y armas de alto calibre, en una clara señal de la capacidad bélica de estos grupos delictivos. Aunque no se reportaron detenciones en los enfrentamientos recientes, la violencia sigue siendo una constante en la región.
En El Palmito, Concordia, también se registró un enfrentamiento entre civiles armados que resultó en el decomiso de armas de fuego, cargadores y un vehículo con blindaje artesanal, conocido como “monstruo”, además de la destrucción de un campamento criminal. La situación refuerza el complejo panorama de seguridad en Sinaloa, donde los grupos criminales continúan en lucha por el control territorial.
La actual violencia en Sinaloa tiene sus raíces en una pugna interna dentro del Cártel de Sinaloa. Desde la captura de dos líderes clave de facciones opuestas el 25 de julio, la situación ha escalado. En particular, Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López han sido señalados como los principales actores en esta disputa. Aunque el gobierno de Estados Unidos ha informado sobre la captura de Zambada en Texas, existen versiones de que fue llevado contra su voluntad, lo que ha generado aún más tensiones dentro del cártel.
Incluso se menciona que la Fiscalía General de la República (FGR) está investigando a Guzmán López por el delito de traición a la patria, lo que habría exacerbado la violencia entre las dos facciones. Esta rivalidad pone en jaque a la población de Sinaloa, que se ve afectada por los enfrentamientos diarios entre estos grupos criminales.
El desfile por la Independencia en Culiacán, que debería ser un día de celebración, se vio empañado por la realidad violenta que enfrenta el estado. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por garantizar la seguridad, la presencia del crimen organizado sigue marcando el pulso de la vida cotidiana en Sinaloa.
En conclusión, la baja asistencia al desfile refleja el miedo y la incertidumbre que prevalecen en la región, mientras que la lucha entre los grupos criminales continúa siendo una amenaza para la paz y la estabilidad. Para los ciudadanos de Culiacán y el estado en general, este 16 de septiembre se vivió de manera distinta, bajo la sombra de la violencia que parece no tener fin.