La reciente implementación de una tarifa de ingreso a México para extranjeros en el puerto fronterizo de San Ysidro ha causado caos, aglomeraciones y largas filas. Esta medida ha generado molestia no solo entre los turistas, sino también entre ciudadanos mexicanos que utilizan este cruce con regularidad, al ser el más transitado entre California (EE.UU.) y México.
Desde el fin de semana pasado, las autoridades mexicanas del Instituto Nacional de Migración (INM) comenzaron a cobrar una tarifa de 717 pesos mexicanos (equivalentes a 37,75 dólares) a los extranjeros que cruzan la frontera con fines turísticos o sin ánimo de lucro. Esta tarifa, aunque no es nueva, no había sido aplicada con rigor en este cruce tan transitado.
Un oficial del INM explicó que esta medida ha estado vigente por años, pero que no se había ejecutado de manera consistente en el puerto de San Ysidro. Sin embargo, la decisión de poner en marcha la tarifa ha generado numerosas quejas de los usuarios, quienes no esperaban tener que pagar este importe.
Guadalupe Espinoza, una joven mexico-estadounidense, describió la experiencia como “caótica”. Según su relato, a pesar de tener nacionalidad mexicana, no contaba con un documento que lo demostrara en ese momento, lo que la llevó a tener que esperar más de dos horas en una larga fila. Al final, para evitar más retrasos, decidió pagar la tarifa para cruzar a Tijuana, donde iba a asistir a una fiesta de cumpleaños.
Este tipo de situaciones ha provocado molestia no solo entre los turistas, sino también entre los ciudadanos mexicanos que cruzan regularmente para trabajar o realizar otras actividades. “Los turistas cruzan en carro y a ellos no les están cobrando; en cambio, a nosotros que somos la mayoría trabajadores, nos retrasan y nos cobran”, señaló un usuario afectado.
Algunos usuarios sugirieron que, de haber sido informados con anticipación sobre el cobro, habrían optado por cruzar por la garita de Otay, ubicada a unos diez kilómetros al este de San Ysidro. Este paso fronterizo, que también conecta a San Diego con Tijuana, aún no está sujeto a la aplicación de la tarifa para extranjeros, lo que ha llevado a algunos a considerarlo como una alternativa más rápida y económica.
El oficial del INM también destacó que, si bien las indicaciones sobre los requisitos de entrada siempre han estado visibles en el puerto fronterizo, la costumbre de no aplicar este cobro de manera generalizada ha generado confusión y resistencia entre los usuarios. “Lo que pasa es que se habían acostumbrado a que no realizáramos estos cobros más que a unos cuantos extranjeros, pero no siempre va a ser así”, explicó.
Este cobro ha añadido una nueva capa de complejidad a un cruce ya de por sí problemático. El puerto de San Ysidro ha sido objeto de críticas en el pasado por cierres debido al procesamiento de migrantes y solicitantes de asilo, lo que ha afectado la movilidad de miles de personas que cruzan diariamente entre ambos países.
En conclusión, la nueva tarifa para extranjeros en la garita de San Ysidro ha generado un fuerte impacto en el tráfico fronterizo, provocando protestas, largas filas y confusión entre los usuarios. La falta de comunicación previa y la aplicación desigual del cobro han sido los principales factores de las quejas. Mientras tanto, la garita de Otay parece emerger como una opción más favorable para aquellos que buscan evitar este nuevo cargo, aunque las autoridades no han descartado que esta medida pueda extenderse a otros puntos de cruce en el futuro.