En Cacalomacán, el cierre de los festejos del Día de Reyes estuvo marcado por una destacada participación comunitaria, liderada por Ricardo Moreno, un nombre sinónimo de compromiso social y defensa del espacio público. Este evento, más que una simple celebración, se convirtió en una plataforma de convivencia, educación y bienestar, gracias a la iniciativa y organización de Moreno y su equipo.
Moreno, conocido por su dedicación al mejoramiento comunitario en Cacalomacán, estuvo al frente de las actividades que definieron esta festividad. La jornada se caracterizó por su ambiente festivo, donde los más pequeños disfrutaron de juegos, compartieron la tradicional rosca de Reyes y recibieron pelotas, sumando un toque de alegría y diversión infantil.
Pero el evento no fue solo juego y diversión. Ricardo Moreno aseguró que la celebración también fuera una oportunidad de aprendizaje y promoción de la salud. Se impartieron charlas sobre nutrición y se realizaron medidas antropométricas, reflejando el enfoque de Moreno en el bienestar integral de la comunidad.
El éxito del evento fue posible gracias a la colaboración de varias organizaciones y líderes comunitarios. La asociación “Presidentas Mx” y la organizadora Rocío, junto con miembros de Morena y Proyecto 21, desempeñaron roles clave, pero fue la visión y el liderazgo de Ricardo Moreno lo que unió a todos los participantes hacia un objetivo común.
Este evento destacó la importancia del espacio público como un lugar de encuentro y celebración, un principio largamente defendido por Moreno. Su compromiso con la promoción de la convivencia social quedó evidente a través de la activa participación de la comunidad en todas las actividades planeadas.
En resumen, la clausura de los festejos de Reyes en Cacalomacán, bajo la batuta de Ricardo Moreno, no solo celebró una tradición, sino que reforzó el tejido social de la comunidad. Este evento ha demostrado cómo el liderazgo comprometido y la participación comunitaria pueden trabajar juntos para crear un entorno más saludable, educativo y alegre para todas las edades, marcando un hito en la historia comunitaria de Cacalomacán.