La erradicación del comercio ambulante en la zona de la Terminal de Autobuses de Toluca ha dejado a 900 familias en una situación de vulnerabilidad económica. Según Miguel Muñoz, presidente de la organización Movimiento Ernesto Che Guevara, a pesar de contar con un amparo legal, los comerciantes no han podido regresar a realizar sus actividades. Esta problemática ha generado tensión entre las autoridades municipales y los afectados, quienes exigen soluciones concretas.
De acuerdo con Muñoz, los comerciantes ambulantes habían alcanzado acuerdos con el gobierno municipal en administraciones pasadas. Sin embargo, desde hace tres gestiones, estos convenios han sido ignorados, dejando a cientos de familias sin una fuente estable de ingresos. Ante la imposibilidad de operar en la Terminal de Autobuses, los comerciantes se han visto obligados a reubicarse en otras zonas de Toluca, enfrentándose al constante riesgo de perder su mercancía debido a las restricciones establecidas en el Bando Municipal.
“Estamos en una situación desesperada. No queremos conflictos, solo pedimos trabajar dignamente”, afirmó el dirigente.
Con el término de la administración de Juan Maccise en puerta, los comerciantes informales han depositado su esperanza en el próximo presidente municipal, Ricardo Moreno. El grupo ha solicitado la apertura de mesas de diálogo para buscar una solución que contemple su reubicación en la Terminal de Autobuses o en algún otro espacio adecuado dentro del municipio.
“La única manera de resolver este problema es a través de acuerdos que beneficien a ambas partes. Esperamos que la nueva administración sea más sensible a nuestra situación”, enfatizó Muñoz.
A tan solo dos días del cambio de administración, los comerciantes mantienen la esperanza de que en los primeros días de enero se puedan concretar acuerdos que garanticen su derecho al trabajo. La reubicación se perfila como la alternativa más viable, aunque aún no hay detalles claros sobre los espacios disponibles ni sobre las condiciones que el municipio podría imponer.
La erradicación del comercio ambulante no solo afecta a las familias directamente involucradas, sino que también tiene un impacto significativo en la economía local. Este sector informal representa una fuente importante de ingresos para muchas personas en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, las restricciones municipales y la falta de seguimiento en los acuerdos han agravado el problema.
Por su parte, el Movimiento Ernesto Che Guevara continúa organizándose para mantener presión sobre las autoridades municipales y lograr una solución justa para las 900 familias afectadas.
En conclusión, el caso de los comerciantes ambulantes de Toluca pone de manifiesto la necesidad de un equilibrio entre la regulación del espacio público y la protección de los derechos de los trabajadores informales. Con la llegada de Ricardo Moreno a la presidencia municipal, la esperanza de un diálogo abierto y acuerdos concretos se renueva. Los próximos días serán cruciales para definir el futuro de estas familias y para establecer un precedente en la gestión de conflictos sociales en el municipio.