El Colegio de Bachilleres del Estado de México (Cobaem) Plantel Chimalhuacán II enfrenta una de sus etapas más tensas de los últimos años. Docentes y personal administrativo han denunciado públicamente un ambiente laboral insostenible, marcado —según sus testimonios— por presuntos actos de acoso, intimidación y malas prácticas administrativas atribuidas a la actual directora del plantel.
Las inconformidades, que han escalado en las últimas semanas, ya afectan el funcionamiento académico y la convivencia dentro de la institución.
Un clima de tensión: gritos, hostigamiento y decisiones unilaterales
Trabajadores consultados por Notidex relatan que el liderazgo de la directora se caracteriza por un trato hostil que incluye gritos, llamados de atención sin fundamento y presión constante, situación que ha generado un clima de temor entre el personal.
Docentes aseguran que las decisiones relevantes del plantel se toman de manera unilateral, ignorando a los departamentos responsables y pasando por alto los procesos administrativos institucionales. Esto, afirman, ha provocado desorganización, afectación a horarios y dificultades para operar actividades académicas programadas.
Cuotas obligatorias y falta de transparencia
Uno de los señalamientos más recurrentes es la imposición de cuotas obligatorias tanto a docentes como a estudiantes. Según los testimonios, la directora solicita aportaciones económicas para comidas, convivios y otros eventos internos bajo el argumento de ser “cooperaciones institucionales”.
No obstante, trabajadores indican que no existe un respaldo normativo que avale estas prácticas y describen una total falta de transparencia sobre el destino de los recursos recaudados.
Vigilancia indebida y presuntas represalias
Otra preocupación grave es la presunta vigilancia de conversaciones privadas, así como represalias hacia quienes expresan inconformidades. Personal señala que cualquier comentario crítico puede resultar en llamados de atención, cambios de asignación o restricciones en permisos básicos.
Esta situación ha derivado en un ambiente de silencio forzado, donde muchos prefieren evitar cualquier postura pública para no ser señalados.
Desorganización administrativa y afectación al alumnado
Además del malestar laboral, los trabajadores advierten que el plantel enfrenta un deterioro en su operación diaria:
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Cambios inesperados de horarios.
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Cancelación de actividades previamente autorizadas.
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Falta de comunicación oficial para temas urgentes.
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Negación de permisos esenciales para el desempeño docente.
Todo ello, aseguran, se traduce en afectaciones directas para los estudiantes, quienes enfrentan interrupciones en clases, retrasos en actividades académicas y falta de seguimiento adecuado en diversos procesos escolares.
Un sindicato sin respuesta y un llamado urgente a las autoridades
Pese a que los trabajadores han buscado apoyo en su representación sindical, señalan que no ha habido avances concretos ni mediación efectiva para resolver el conflicto.
Ante la gravedad del deterioro institucional, docentes y personal administrativo llaman directamente al secretario de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de México, Miguel Ángel Hernández Espejel, para que intervenga de manera inmediata y realice una revisión profunda del caso.
Una crisis que amenaza con escalar
Los trabajadores concluyen que la situación ha llegado a un punto crítico:
“Ya afecta el trabajo académico, la convivencia y el ánimo de la comunidad escolar. Necesitamos una solución inmediata antes de que esto se convierta en una crisis mayor”, señalaron.
Mientras tanto, la incertidumbre continúa creciendo al interior del Cobaem Chimalhuacán II, donde la comunidad educativa espera una pronta respuesta institucional que restablezca la armonía, el respeto y las condiciones laborales necesarias para garantizar una educación de calidad.
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