Denuncian amenazas e intentos de censura contra activista de Morena en Cuautitlán Izcalli

Censura
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Juan Miguel Rivera Molina acusa presiones para vender su página de crítica política; advierte que buscan silenciar voces incómodas

Cuautitlán Izcalli, Estado de México. La libertad de expresión vuelve a estar en riesgo en el ámbito local. El militante de Morena y activista ciudadano Juan Miguel Rivera Molina ha denunciado públicamente intentos de censura y amenazas directas por su labor crítica en redes sociales contra el presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, Luis Daniel Serrano Palacios.

Desde su página de Facebook “Cuautitlán Izcalli Estado de México y Morena sin Corrupción”, Rivera ha señalado de manera constante lo que considera irregularidades y actos de opacidad por parte del gobierno municipal. Sin embargo, afirma que sus publicaciones han incomodado tanto que ha sido blanco de presiones para vender su página o enfrentar represalias digitales.

Ofrecen dinero o amenazas: “o se vende o se cae”

El propio Rivera Molina hizo pública una conversación en la que presuntos emisarios de intereses políticos le ofrecieron 15 mil pesos a cambio de entregar el control de su página, con la clara intención de desactivar su voz crítica. El mensaje fue directo y preocupante:

“En verdad estamos interesados en comprarle la página, es darle dinero a usted y a su familia y que gane algo, o hackearla y tirarla. El cliente lo que quiere es verla caída. De una u otra forma lo haremos.”

Este tipo de intimidaciones digitales no son casos aislados. Se enmarcan en un preocupante patrón de acoso cibernético a quienes ejercen crítica política, especialmente en el ámbito municipal donde las redes sociales son el único canal directo que tienen los ciudadanos para denunciar.

Rivera responde: “Yo no tengo enemigos, combato la corrupción”

Lejos de ceder, Rivera respondió públicamente con firmeza y sin rodeos:

“No necesitas darme ningún dinero. Si a ti y a tu cliente les molestan mis páginas o muros de Facebook, los pueden destruir… Yo combato la corrupción y aquí, donde vivo, en Cuautitlán Izcalli, vino a meterse Luis Daniel Serrano Palacios, quien nunca anduvo en nuestras luchas porque no es nuestro vecino.”

La respuesta de Rivera no solo denuncia una supuesta estrategia de silenciamiento, sino que cuestiona la legitimidad territorial y moral del alcalde, señalando que ni siquiera vive en el municipio que gobierna. Este señalamiento aumenta la tensión política local y reaviva la discusión sobre el verdadero compromiso de los funcionarios electos con la comunidad que representan.

El uso de redes sociales como resistencia ciudadana

Lo que comenzó como una página informativa y de crítica política se ha convertido en una trinchera de resistencia. A través de ella, Rivera ha dado espacio a ciudadanos que comparten su descontento con la actual administración. Esta apertura, sin embargo, lo ha convertido en un blanco para quienes pretenden controlar el discurso público mediante intimidación.

En un entorno donde el debate político parece cada vez más condicionado por presiones externas, las redes sociales representan una herramienta crucial para la vigilancia ciudadana. Atentar contra ellas es atentar contra el derecho a la participación democrática.

Libertad de expresión amenazada en Cuautitlán Izcalli

La gravedad de este caso no radica solamente en el intento de comprar una página de Facebook. Lo alarmante es el mensaje que deja: las voces incómodas serán calladas a la fuerza si es necesario. Esta actitud no puede normalizarse en un estado democrático. La crítica política es necesaria, y quienes la ejercen deben estar protegidos, no perseguidos.

Lo que sucede en Cuautitlán Izcalli es un claro ejemplo de cómo algunos actores buscan controlar no solo las instituciones, sino también las narrativas. Y cuando eso ocurre, la ciudadanía tiene la responsabilidad de resistir, denunciar y defender el espacio público digital como un derecho.

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