Esta semana se estrenará en Netflix el impactante documental El Portal, una docuserie de cuatro capítulos que revela la brutal realidad de la explotación sexual que afecta a mujeres migrantes en México. La serie, producida por Mezcla y dirigida por Astrid Rondero y Fernanda Valadez, cuenta con testimonios desgarradores de sobrevivientes y familiares de las víctimas. Uno de los testimonios más poderosos es el de Brenda, una joven argentina que se vio atrapada en una red de trata de personas en Ciudad de México.
Brenda, originaria de Argentina, es solo una de las cientos de mujeres sudamericanas que llegaron a México bajo la falsa promesa de trabajos como modelos. Sin papeles y en situación irregular, estas mujeres terminaban esclavizadas por una banda criminal que confiscaba sus pasaportes y ofrecía sus servicios como acompañantes en un sitio web llamado Zona Divas. El documental El Portal destapa la compleja trama detrás de esta red de explotación sexual, que operó en la Ciudad de México desde 2001 hasta 2018.
La tragedia de estas mujeres se hizo más visible luego de que, entre febrero de 2017 y febrero de 2018, cinco mujeres, cuatro venezolanas y una argentina, que aparecían en Zona Divas, fueran brutalmente asesinadas. La serie no solo retrata los crímenes, sino también las historias de dolor y resistencia de quienes sobrevivieron.
“Al ser una minoría, a nadie le importa”, comenta Brenda en uno de los momentos más crudos del documental. La joven lamenta la indiferencia con la que se trata la muerte de mujeres migrantes en situación de vulnerabilidad. La serie El Portal pone el foco en un problema que, aunque silenciado, afecta a miles de mujeres migrantes que llegan a México en busca de un mejor futuro, solo para ser explotadas por redes criminales.
Astrid Rondero y Fernanda Valadez, directoras del documental, viajaron a Argentina, Venezuela y Estados Unidos para recoger testimonios de las mujeres que lograron escapar de esta red y de los familiares de las víctimas. “Queremos que el público vea qué llevó a estas mujeres a estar en esta situación”, afirma Laura Woldenberg, productora ejecutiva de la serie. Woldenberg aclara que el objetivo del documental no es buscar culpables, sino generar una reflexión profunda sobre el abuso y la explotación que sufren estas mujeres.
La docuserie también explora cómo las mujeres migrantes que caen en estas redes están doblemente expuestas a la violencia y la explotación, no solo por su situación irregular en el país, sino también por el estigma que rodea el trabajo sexual. “Lo que las hacía doblemente vulnerables como migrantes era además el trabajo sexual”, señala Astrid Rondero. La desconfianza hacia las autoridades mexicanas también agrava su situación, pues muchas de estas mujeres temen denunciar los abusos por miedo a ser deportadas.
Sin embargo, la serie también destaca el poder de resiliencia de estas mujeres, quienes, tras lograr escapar de la red, pudieron tomar control de sus vidas y decidir su propio destino. Fernanda Valadez resalta que algunas de estas mujeres optaron por seguir en el trabajo sexual, mientras que otras decidieron alejarse por completo.
El tráfico y la explotación sexual de personas no es un problema exclusivo de México. Según el más reciente informe de la ONU sobre trata de personas, publicado en 2023, en 2019 alrededor de 1 de cada 100,000 personas en el mundo fue víctima de este delito, y más de la mitad fueron explotadas sexualmente. En América del Norte, el 64% de las víctimas de tráfico sexual son mujeres, y el 27% son niñas, lo que evidencia la magnitud del problema.
La red que operaba a través de Zona Divas fue desmantelada parcialmente en 2018, pero su líder, Ignacio Santoyo Cervantes, conocido como “El Sony”, fue detenido y liberado por falta de pruebas. Según medios locales, Santoyo se encontraría actualmente en Cuba, y la red podría estar vinculada con grupos criminales que controlan el tráfico de drogas en Ciudad de México.
En conclusión, el documental El Portal busca no solo mostrar las historias de estas mujeres, sino también generar conciencia y reflexión en la sociedad. Las directoras y productoras de la serie esperan que su trabajo sirva para evitar que se repitan estos abusos en el futuro. La docuserie es un testimonio de la lucha constante de miles de mujeres migrantes que, escapando de la pobreza y la violencia en sus países de origen, terminan atrapadas en redes de explotación en su búsqueda de una vida mejor.