El Estado de México enfrenta una grave crisis de violencia de género. Según datos oficiales, en 2023 se abrieron 769 carpetas de investigación por feminicidio en todo el país, con 86 casos registrados solo en esta entidad, lo que la coloca en el primer lugar a nivel nacional en cuanto a feminicidios. Esta alarmante situación ha llevado a diversas organizaciones y liderazgos a exigir medidas más efectivas para combatir esta problemática que sigue amenazando la vida de las mexiquenses.
La lucha contra la violencia de género
Ana Yurixi Leyva Piñón, presidenta de la Comisión de Seguimiento a Alertas de Género, ha subrayado la necesidad de mejorar la legislación estatal para lograr resultados que realmente protejan a las mujeres. Sin embargo, pese a la urgencia del problema, la titular de la Secretaría de las Mujeres del Estado de México anunció que no es viable ampliar las alertas de género por feminicidio y desapariciones a más municipios, lo que ha generado gran preocupación entre diversos sectores de la sociedad.
Las alertas de género: una herramienta fundamental
Fabiola Pérez, presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias del Estado de México (CCME), expresó su desacuerdo ante la negativa de ampliar las alertas de género. “La violencia contra las mujeres no debe ser evaluada en términos de ‘viabilidad’, sino como una prioridad urgente”, declaró. Las alertas de género son mecanismos que permiten visibilizar la violencia y proteger a las mujeres, y su ampliación debería ser una medida primordial para los gobiernos locales.
Pérez también sugirió que México podría adoptar estrategias efectivas implementadas en otros países. Como ejemplo, destacó el éxito de las órdenes de protección en España, que prohíben cualquier contacto del agresor con la víctima, e incluyen otras medidas de seguridad como vigilancia policial y asistencia psicológica. Este enfoque ha logrado reducir las agresiones, generando una mayor sensación de seguridad entre las mujeres afectadas.
Propuestas para reforzar la protección de las mujeres
La presidenta del CCME propuso aumentar los recursos financieros y humanos destinados a los centros de atención para mujeres víctimas de violencia en el Estado de México. También destacó la necesidad de crear más espacios seguros en zonas rurales y urbanas, donde las mujeres puedan buscar ayuda de manera inmediata. Además, recalcó la importancia de capacitar adecuadamente a los servidores públicos y policías en el manejo de estos casos, ya que muchas veces carecen de la formación necesaria para seguir los protocolos de protección.
Otra iniciativa destacada por Fabiola Pérez fue la participación del sector empresarial en esta lucha. Las empresas, especialmente aquellas dirigidas por mujeres, juegan un papel clave en la concienciación y apoyo a sus colaboradoras. La violencia de género no solo afecta la vida personal de las mujeres, sino también su productividad y bienestar en el entorno laboral.
Un problema estructural que no puede ser ignorado
La violencia contra las mujeres en el Estado de México es un problema estructural que requiere acciones inmediatas. Las alertas de género son herramientas esenciales para combatir esta realidad y garantizar la protección de las mujeres. “No podemos darnos el lujo de aplazar estas medidas”, afirmó Pérez.
Es evidente que el esfuerzo para frenar la violencia de género debe ser integral, involucrando a todos los sectores de la sociedad: gobierno, empresas y organizaciones civiles. Solo así se podrá avanzar hacia un futuro más seguro y equitativo para las mujeres mexiquenses.
El Estado de México, al ocupar el primer lugar en feminicidios a nivel nacional, enfrenta un reto inminente que requiere de la colaboración de todos los actores sociales. Es fundamental que las autoridades fortalezcan las medidas de protección y seguridad, mientras que el sector empresarial y la sociedad civil también deben desempeñar un papel activo en la concientización y apoyo a las víctimas. La violencia de género no es un tema de viabilidad, es una crisis que exige soluciones urgentes y efectivas.
