En un panorama mundial, las mujeres enfrentan desafíos significativos, como lo reflejan los resultados de una encuesta realizada en 35 países. Argentina destaca como el país con la mayor incidencia de violencia contra las mujeres, con un alarmante 37% de mujeres que informaron haber sido víctimas de algún tipo de violencia en el último año, según una investigación de Voices! y Win International.
Violencia contra las Mujeres: Argentina a la Vanguardia
Argentina lidera el triste ranking de la encuesta global sobre violencia contra las mujeres, con un 37% de mujeres que han experimentado algún tipo de violencia en el último año. Esta encuesta, que abarcó a 28,702 personas de 39 países, reveló que el 57% de las jóvenes de 18 a 24 años han sido víctimas de violencia en el último año, mientras que solo el 16% de las mujeres mayores de 65 años informaron haber experimentado situaciones similares.
México también figura en la lista, con un 35% de mujeres que han experimentado violencia. Sin embargo, la encuesta arroja una luz de esperanza al destacar una mejora en Medio Oriente y el norte de África, donde se observó una disminución del 5% en la cantidad de mujeres víctimas de violencia.
Oportunidades Laborales y Brecha Salarial: Un Reto Global
Más allá de las preocupaciones sobre la violencia de género, la encuesta también destaca la persistente disparidad en las oportunidades laborales y la brecha salarial. A nivel mundial, el 43% de la población cree que mujeres y hombres no disfrutan de las mismas oportunidades laborales, aunque el 39% percibe un aumento en la igualdad de oportunidades profesionales en comparación con el año anterior.
En cuanto a la brecha salarial, el 44% de la población mundial cree que hombres y mujeres reciben la misma cantidad de dinero. Sin embargo, la falta de consenso entre hombres y mujeres es evidente, ya que el 51% de los hombres no percibe una brecha salarial, mientras que el 38% de las mujeres sostienen lo contrario.
Estos datos subrayan la urgencia de abordar no solo la violencia contra las mujeres, sino también las desigualdades persistentes en el ámbito laboral. Las iniciativas globales y nacionales deben trabajar de la mano para construir un futuro donde la equidad y la seguridad sean derechos fundamentales para todas las mujeres.
