El Congreso del Estado de México se encuentra nuevamente bajo críticas, esta vez por una indignante falta de sensibilidad y consideración hacia las personas con discapacidad. Durante el evento titulado “Los retos para el Reconocimiento del Derecho a la no Discriminación”, celebrado en la Legislatura mexiquense, se evidenció una grave carencia de elementos básicos para garantizar la inclusión y accesibilidad de los asistentes con discapacidades.
Falta de Traductor para Personas con Discapacidad Auditiva
La diputada local Ruth Salinas R., representante de Movimiento Ciudadano, denunció que la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), presidida por el diputado morenista Paco Vázquez, no autorizó la presencia de un traductor para personas sordomudas, a pesar de que se trataba de un evento que debería haber sido un espacio inclusivo para discutir precisamente sobre no discriminación. Esta omisión resulta inaceptable, ya que limita la participación activa de un sector importante de la sociedad que tiene el derecho de ser escuchado y comprendido.
“Un traductor no es un lujo, es una necesidad, y mientras como sociedad no lo entendamos, en verdad no vamos a avanzar. Me molesta mucho que sea en el poder legislativo, donde exigimos a otras dependencias que cuando se juzga en una fiscalía sea con perspectiva de género, que haya traductores. Me indigna realmente”, declaró enfáticamente la diputada Salinas.
La falta de este servicio no solo es una muestra de indiferencia, sino una clara violación a los derechos de las personas con discapacidad, quienes merecen contar con los recursos necesarios para participar en igualdad de condiciones. Si no se garantiza este tipo de accesibilidad en un evento que precisamente aboga por el reconocimiento de derechos, ¿qué mensaje se está enviando a la sociedad?
Discriminación en la Elección del Espacio y Servicios Básicos
Otro punto que generó polémica fue la elección del espacio para llevar a cabo el evento. A pesar de ser un encuentro que merecía una gran visibilidad y participación, fue relegado al Salón Narciso Bassols, un espacio más pequeño y menos adecuado para recibir a una audiencia diversa. Contrario a esto, se podría haber llevado a cabo en el Salón Benito Juárez, un recinto más amplio que habría facilitado una mejor experiencia para los asistentes. Esta decisión parece reflejar una falta de interés por parte de la JUCOPO en brindar las condiciones óptimas para discutir sobre temas de gran relevancia.
Además, se reportó la ausencia del servicio de Coffee Break, un detalle que, aunque pueda parecer trivial, es significativo en eventos de larga duración. Es una muestra más de la falta de atención y organización para un evento que se centraba en la inclusión y el respeto a los derechos.
Críticas a la Junta de Coordinación Política
La actitud de la JUCOPO, liderada por Paco Vázquez, ha sido objeto de fuertes críticas, no solo por la falta de traductor, sino también por lo que se percibe como una actitud negligente e insensible ante las necesidades de personas con discapacidad. La decisión de no proporcionar los servicios esenciales para asegurar la participación plena de todos los asistentes refleja una profunda desconexión con la realidad de la inclusión y la accesibilidad.
Es preocupante que estas decisiones provengan del Congreso del Estado de México, una institución que debería ser un ejemplo de respeto e inclusión para todos los ciudadanos. La falta de voluntad para garantizar la accesibilidad en eventos como este envía un mensaje alarmante sobre las verdaderas prioridades de los legisladores.
La Inclusión no Debe Ser Solo un Discurso
La diputada Ruth Salinas ha señalado repetidamente que la inclusión no puede quedarse solo en el discurso. Es necesario que existan acciones concretas para asegurar que todos los ciudadanos, independientemente de sus capacidades, puedan participar activamente en eventos de este tipo. La ausencia de servicios básicos, como un traductor para personas sordomudas, pone en evidencia que hay una enorme brecha entre las palabras y las acciones.
Lo sucedido en el evento “Los retos para el Reconocimiento del Derecho a la no Discriminación” es una muestra clara de que aún queda mucho por hacer para lograr una verdadera inclusión. Las personas con discapacidad tienen el derecho a participar de manera activa en los espacios públicos y es responsabilidad de las instituciones garantizar que esto suceda. Las acciones de la JUCOPO, bajo la dirección de Paco Vázquez, dejan mucho que desear y deben ser cuestionadas por la falta de empatía y compromiso que han mostrado hacia la comunidad con discapacidad.
Si el Congreso del Estado de México no puede garantizar la accesibilidad en sus propios eventos, ¿cómo se espera que otras instituciones sigan el ejemplo? Es momento de que los legisladores tomen acciones reales y dejen de lado la indiferencia para empezar a construir un entorno más justo y accesible para todos.