El Gobierno de México fijó precios mínimos de exportación para distintas variedades de tomate fresco con el objetivo de proteger la producción nacional, garantizar el abasto interno y prevenir distorsiones en el mercado internacional. Esta medida llega tras la finalización, en julio de 2025, del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping con Estados Unidos.
El acuerdo, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por la Secretaría de Economía y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), establece los siguientes precios mínimos por kilo en dólares:
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Tomate cherry: 1.70 USD
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Tomate bola: 0.95 USD
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Tomate con tallo: 1.65 USD
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Tomate en racimo: 1.70 USD
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Tomate Roma (saladette): 0.88 USD
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Tomate grape (uva): 1.70 USD
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Otras variedades (Cocktail, Campari, Kumato, Mini Roma, Heirloom, Pera, Medley, San Marzano, entre otros): 1.70 USD
La regulación aplica únicamente a exportaciones definitivas y no pretende limitar volúmenes ni establecer precios máximos. Su objetivo es ordenar el comercio exterior del sector y mantener condiciones justas para productores y exportadores mexicanos.
El Gobierno señaló que los precios mínimos podrán revisarse cada año o antes si las condiciones de mercado lo ameritan.
Los titulares de Economía, Marcelo Ebrard, y de Agricultura, Julio Berdegué, destacaron la colaboración activa de productores y exportadores mexicanos, quienes participaron en las mesas de trabajo para alcanzar este acuerdo.
La medida surge luego de que el pasado 14 de julio, el Departamento de Comercio de Estados Unidos reactivara una cuota compensatoria del 17.09 % a las exportaciones mexicanas de tomate fresco, tras el fin del Acuerdo de Suspensión que había estado vigente desde 2019.
Desde 1996, productores estadounidenses han solicitado medidas antidumping contra el tomate mexicano, alegando competencia desleal. Aunque la investigación se ha suspendido cinco veces, la más reciente en 2019, el nuevo escenario reimpone las cuotas en un momento clave para las negociaciones comerciales rumbo a la revisión del T-MEC en 2026.
De acuerdo con cifras oficiales, dos de cada tres tomates consumidos en Estados Unidos provienen de México, lo que refleja la relevancia de la producción nacional para el abasto del vecino país.
Durante los últimos tres meses, el Gobierno mexicano acompañó a los productores en negociaciones con autoridades estadounidenses, presentando propuestas que consideró viables y constructivas. Sin embargo, estas fueron rechazadas, decisión que México atribuyó más a motivos políticos que comerciales.
La fijación de precios mínimos busca dar certidumbre a los exportadores, evitar la depreciación del producto en mercados internacionales y fortalecer la competitividad del tomate mexicano frente a medidas restrictivas.
En conclusión, con esta estrategia, el Gobierno espera que el sector mantenga su dinamismo y que los consumidores mexicanos sigan teniendo acceso a un producto clave en su dieta, sin que se vean afectados por la presión de los mercados externos.