En el Estado de México, se encuentra una comunidad con una rica herencia micológica que se remonta a generaciones anteriores. Las “hongueras” y “hongueros” de Jiquipilco son custodios de un conocimiento ancestral que abarca la identificación y uso de aproximadamente 160 especies de hongos silvestres comestibles, haciendo de México el segundo país más diverso en hongos comestibles después de China.
El Arte de Nombrar y Recolectar Hongos
Las características únicas de cada hongo, como su forma, color, sabor y olor, inspiran sus nombres, a menudo derivados de su semejanza con la flora y fauna local. Durante la temporada de lluvias, entre julio y septiembre, estas conocedoras de la naturaleza recorren los bosques locales para recolectar estas especies, participando no solo en la recolección, sino también en la preservación de esta práctica cultural a través de la transmisión de conocimientos y la comercialización.
Sostenibilidad y Conservación en la Práctica de la Micología
La comunidad de Jiquipilco se distingue no solo por su diversidad de hongos, sino también por su compromiso con la recolección responsable. En respuesta al aumento de la demanda y el interés en los hongos silvestres, han establecido prácticas sostenibles para asegurar la conservación de estas especies para futuras generaciones. Entre estas prácticas se incluyen:
- Recolección de esporas: Antes de recolectar un hongo, es esencial palparlo para que libere sus esporas, lo que permite su regeneración en el mismo hábitat.
- Uso de canastas artesanales: Diferente de los recipientes de plástico, las canastas permiten que las esporas liberadas durante la recolección se dispersen naturalmente en el ambiente.
- Recolección comunitaria: Realizar la recolección en grupos de habitantes locales ayuda a compartir el conocimiento tradicional y a mantener las técnicas de recolección éticas.
Impacto Cultural y Ambiental
La preservación de las tradiciones micológicas en Jiquipilco no solo fomenta la biodiversidad sino que también apoya la economía local. Comprender y valorar el origen de los productos que consumimos es fundamental para promover una mayor apreciación por las comunidades que cuidan nuestros ecosistemas y culturas.
Se Necesita Conciencia y el Apoyo Local
La historia de las hongueras de Jiquipilco es un recordatorio poderoso de la importancia de la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza. Apoyar estas prácticas no solo es beneficiar a una comunidad sino contribuir a la conservación global de los recursos naturales. Al elegir productos provenientes de prácticas responsables, cada consumidor puede desempeñar un papel en la preservación de la rica diversidad cultural y biológica de nuestro planeta.
Este enfoque en la tradición, sostenibilidad y conocimiento detallado no solo enriquece nuestra comprensión de la micología, sino que también posiciona a “Notidex” como un medio comprometido con la divulgación de prácticas que benefician tanto a la naturaleza como a la sociedad.