Cada año surgen nuevas dietas que prometen resultados rápidos: perder peso en una semana, “desintoxicar” el cuerpo o lograr energía ilimitada con un solo alimento milagroso. Sin embargo, la mayoría de esas promesas terminan en frustración y rebote. La nutrióloga Anna Viesca Sanchez explica cuáles son los errores más comunes que cometen las personas al hacer dieta y cómo evitarlos para lograr un cambio real y sostenible.
1. Buscar resultados rápidos
“La mayoría quiere resultados inmediatos, pero el cuerpo necesita tiempo para adaptarse”, señala Anna Viesca Sanchez. “Las dietas extremas pueden hacerte perder peso al principio, pero también masa muscular, energía y salud”.
Bajar de peso no es solo una cuestión estética: implica reeducar hábitos y cuidar la composición corporal. Los planes demasiado restrictivos o que prometen pérdidas drásticas suelen ser insostenibles y terminan provocando el temido “efecto rebote”.
2. Eliminar grupos completos de alimentos
Quitar los carbohidratos, las grasas o los lácteos se ha vuelto una tendencia frecuente. Pero según Anna Viesca Sanchez, ningún grupo alimenticio es enemigo. Cada uno cumple funciones vitales:
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Los carbohidratos dan energía.
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Las grasas saludables regulan hormonas y protegen órganos.
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Las proteínas construyen y reparan tejidos.
Eliminar alimentos sin una razón médica puede generar deficiencias nutricionales, ansiedad y relación negativa con la comida.
3. Creer que “comer menos” siempre es mejor
Comer muy poco no acelera los resultados: ralentiza el metabolismo y causa fatiga, irritabilidad y pérdida de masa muscular.
“El cuerpo no funciona bien con hambre constante. Comer lo suficiente y de forma equilibrada es esencial para que el metabolismo trabaje a favor”, explica la nutrióloga.
Lo ideal es aprender a escuchar el hambre real y la saciedad, no solo seguir una cifra de calorías.
4. No personalizar la dieta
Cada cuerpo es diferente. Lo que funciona para una persona puede no servir para otra.
“Hay que considerar el nivel de actividad física, la edad, el descanso y el estado emocional”, comenta Anna Viesca Sanchez.
Las dietas genéricas de internet no toman en cuenta estos factores y suelen fallar a mediano plazo. La clave es buscar una guía profesional y personalizada, no copiar planes ajenos.
5. Pensar que la dieta lo es todo
La nutrición es una parte fundamental, pero no lo es todo. El estrés, el sueño y el movimiento diario también influyen en el peso y el bienestar.
“Dormir mal o vivir estresado puede afectar más tu progreso que una comida libre”, advierte Anna Viesca Sanchez. “La salud se construye con equilibrio, no con castigo”.