La obesidad y la diabetes tipo 2 no solo representan desafíos de salud en sí mismos, sino que también incrementan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer, una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Con cifras alarmantes en México, donde el 75.2% de la población padece sobrepeso u obesidad y 12 millones de personas viven con diabetes tipo 2, la urgencia de abordar este problema se hace evidente.
El doctor José Antonio Castañeda, cirujano bariatra con más de 20 años de experiencia, advierte que la diabetes tipo 2 incrementa en un 20% la probabilidad de desarrollar cáncer. Sin embargo, si se combina con la obesidad, este riesgo se cuadruplica. La relación entre estas tres enfermedades se debe a factores metabólicos y hormonales que favorecen la proliferación de células cancerígenas.
El exceso de peso está vinculado a al menos 13 tipos de cáncer, según investigaciones recientes. La hiperglucemia y la resistencia a la insulina, características comunes en personas con obesidad y diabetes tipo 2, alteran el metabolismo celular y fomentan el desarrollo tumoral. Además, la inflamación crónica y el estrés oxidativo pueden dañar el ADN, aumentando la probabilidad de cáncer en diversos órganos.
Uno de los principales factores de riesgo es el hígado graso, una complicación frecuente en personas con diabetes tipo 2. Este puede evolucionar en fibrosis y cirrosis, lo que finalmente propicia el crecimiento descontrolado de células cancerosas.
Por otro lado, la hiperinsulinemia y el exceso de tejido adiposo elevan la producción de estrógenos, aumentando el riesgo de cánceres hormonodependientes, como el de mama, ovario y endometrio.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021, la prevalencia de obesidad y diabetes tipo 2 continúa en ascenso en México. Esta situación se agrava al considerar que el país registra aproximadamente 800 mil muertes anuales relacionadas con distintos tipos de cáncer.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que para 2040, se estima que 30 millones de personas en el mundo padecerán algún tipo de cáncer. De esta cifra, la mitad podría fallecer debido a la falta de atención oportuna.
El doctor Castañeda enfatiza la necesidad de mejorar la atención a los pacientes con diabetes y obesidad para reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con el cáncer. La prevención es clave, y para ello recomienda:
- Cambio en el estilo de vida: Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y aumentar la actividad física.
- Controles médicos regulares: Detectar a tiempo condiciones como la hiperglucemia y la resistencia a la insulina.
- Cirugía metabólica: Para ciertos pacientes, la cirugía bariátrica puede disminuir el riesgo de cáncer hasta en un 20%.
Según el Dr. Castañeda, el sector salud debe proporcionar información clara y concisa para que los pacientes tomen decisiones informadas sobre su salud.
“La información es la herramienta más poderosa para combatir estas enfermedades”, concluye el especialista. Es necesario que el Estado garantice recursos para la prevención, detección y tratamiento de la obesidad, diabetes y cáncer, enfermedades que continúan afectando a millones de personas en México y el mundo.
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