El legislador Omar Ortega del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Estado de México ha confirmado lo que muchos ya anticipaban: no habrá una coalición legislativa con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ni con el Partido Acción Nacional (PAN). Esta declaración subraya un cambio estratégico significativo para el PRD en la región.
Ortega, quien se encuentra en su tercer mandato gracias a una alianza previa con el PRI y el PAN, expresó que la decisión de no formar una coalición es definitiva. “Más vale solos que mal acompañados”, afirmó el legislador, destacando que la colaboración anterior no trajo los beneficios esperados para el PRD.
La alianza del PRD con el PAN y el PRI en elecciones pasadas fue criticada por muchos dentro del partido. Según Ortega, esta coalición tuvo un impacto negativo en el PRD, restándole fuerza y autonomía. Aunque el convenio permitió al PRD asegurar ciertos escaños gracias a lo que Ortega describió como “votos de limosna”, el balance final de la alianza no fue favorable para el partido.
Un futuro como partido local
Con la decisión de no formar coaliciones legislativas, el PRD en el Estado de México se prepara para operar como un partido local, alejándose de la influencia de la dirección nacional. Este movimiento refleja una estrategia de autonomía y refuerzo de identidad propia, buscando reconectar con sus bases y recuperar la confianza del electorado.
La decisión del PRD de no aliarse con el PRI y el PAN podría reconfigurar el panorama político en el Estado de México. Sin la colaboración de estas fuerzas, el PRD enfrentará el desafío de consolidar su posición y atraer votantes por sí mismo. Este nuevo enfoque podría llevar a una reestructuración interna y una campaña más enfocada en los problemas locales y las necesidades específicas de los ciudadanos del Estado de México.
La confirmación de Omar Ortega sobre la ausencia de una coalición legislativa entre el PRD, PRI y PAN marca un punto de inflexión en la política del Estado de México. Mientras los perredistas se preparan para operar como un partido local, el futuro político de la región se torna incierto y competitivo. La decisión de priorizar la independencia sobre las alianzas estratégicas podría redefinir el papel del PRD en el escenario político mexiquense.