La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) consiguió una sentencia condenatoria de 38 años y cuatro meses contra Javier Morales Acosta. Este veredicto llega tras demostrarse su culpabilidad en un intento de feminicidio contra su pareja sentimental, en un suceso que ha conmovido a la comunidad de Ecatepec.
El incidente, que tuvo lugar el 24 de marzo de 2022 en la colonia Almarcigo, escaló a partir de una discusión en la residencia compartida por la víctima y Morales Acosta. Según informes de la Fiscalía, la disputa tomó un giro devastador cuando Morales Acosta atacó a la mujer, rociándola con un líquido inflamable y prendiéndole fuego, causándole graves quemaduras en el rostro y en las manos.
Afortunadamente, la rápida intervención de una familiar de la víctima fue crucial para salvar su vida, impidiendo que el agresor continuara su ataque. Este acto de valentía permitió que la víctima recibiera la atención médica necesaria y sobreviviera al horrendo ataque.
En respuesta a este acto brutal, el Ministerio Público actuó con diligencia, iniciando una investigación inmediata y obteniendo una orden de aprehensión contra Morales Acosta. La Policía de Investigación (PDI) ejecutó la orden, asegurando que el acusado enfrentara la justicia.
Durante el juicio, se impuso no solo una pena de prisión, sino también una multa significativa de 246 mil 034 pesos y compensaciones por un total de 149 mil 255 pesos, destinadas a cubrir el daño moral y económico sufrido por la víctima. Además, se le ha ordenado a Morales Acosta someterse a tratamiento psicoterapéutico con una perspectiva de género, y se han suspendido sus derechos civiles y políticos, subrayando la gravedad de sus acciones.
Este caso destaca el firme compromiso del sistema judicial mexiquense en la lucha contra la violencia hacia las mujeres y refuerza la necesidad de continuar trabajando en políticas y medidas que aseguren un entorno más seguro y justo para todas y todos.
Este fallo no solo es un triunfo para la justicia, sino también un recordatorio doloroso de las realidades que muchas mujeres aún enfrentan. Es imperativo seguir avanzando en la protección y el respeto de los derechos humanos, garantizando que ningún otro acto de esta naturaleza quede impune.