En un escandaloso giro de acontecimientos, los regidores del Ayuntamiento de Capulhuac 2025-2027, en un claro ejemplo de aprovechamiento de la coyuntura política y legal, decidieron otorgarse un enorme aumento salarial, que supera ampliamente el sentido común y la responsabilidad que su puesto implica. Este abuso de poder no solo es un insulto para la ciudadanía que los eligió, sino también una muestra palpable de la corrupción y falta de ética que prevalece en el municipio.
La situación se desató luego de la crisis política que sacudió a la presidenta municipal, Selene Hernández Herrera, quien se vio obligada a solicitar una licencia para poder hacer frente a las acusaciones legales que la involucraban en un presunto incidente de violencia. En un claro aprovechamiento de este vacío de poder, los regidores decidieron actuar en su propio beneficio.
Documentos filtrados y difundidos en redes sociales dejan en evidencia el tamaño del abuso. Si en abril de este año, regidores como Sarita Arellano y Jesús Galicia recibían un salario quincenal bruto de 21 mil y 20 mil pesos respectivamente, a finales de mayo sus ingresos se dispararon a cifras escandalosas: 56 mil y 38 mil pesos, un incremento de más del 100% para algunos de ellos.
Este tipo de decisiones, lejos de ser una excepción, se han convertido en una norma dentro de los círculos de poder en muchos municipios del Estado de México, y Capulhuac no ha sido la excepción. Lo que en principio debería ser un acto de servicio público y compromiso con la ciudadanía, se transforma en una excusa para satisfacer intereses personales. Este desmesurado aumento salarial no solo demuestra una insensibilidad total hacia las necesidades de los habitantes de Capulhuac, sino que también refleja una profunda desconexión con la realidad del municipio, que enfrenta graves problemas sociales y económicos.
Lo más grave de este asunto es que, mientras los regidores se llenan los bolsillos, la gente de Capulhuac sigue esperando soluciones a los problemas que les afectan: inseguridad, falta de servicios públicos eficientes y el deterioro de las infraestructuras municipales. Los regidores de este Ayuntamiento están actuando como si el dinero público fuera un recurso ilimitado, sin pensar en las repercusiones a largo plazo de sus actos.
Lo peor es que esta situación no ha pasado desapercibida en el Congreso del Estado de México, donde ya se analiza la posibilidad de desaparecer los poderes en Capulhuac debido a la grave crisis política y administrativa que enfrenta el municipio. La usurpación de funciones por parte de Sarita Arellano, quien no solo asumió funciones que no le corresponden, sino que también se ha servido de la coyuntura para incrementar su salario de manera exorbitante, es una muestra clara de que la administración municipal ha perdido toda noción de lo que significa servir al pueblo.
¿Hasta cuándo los ciudadanos de Capulhuac seguirán tolerando este tipo de abusos?
Es imprescindible que los habitantes de Capulhuac se levanten y exijan a sus autoridades una rendición de cuentas. Este tipo de comportamientos no solo son inmorales, sino que también son peligrosos para la democracia y el bienestar de la comunidad. Los regidores deben recordar que su principal responsabilidad es velar por los intereses de la población, no por sus propios beneficios personales.
La falta de ética y el abuso de poder que se está viviendo en Capulhuac no deben ser tolerados. El aumento salarial escandaloso de los regidores es solo una muestra de una administración que está más interesada en su propio beneficio que en el bienestar de la ciudadanía. Capulhuac merece una representación más digna, más responsable y, sobre todo, más comprometida con sus ciudadanos.
¡Únete a nuestro grupo de WhatsApp y recibe GRATIS las noticias más importantes directo en tu celular!
