En un proceso cargado de señalamientos por su falta de transparencia, Rosa Isela Sánchez Soya fue designada como la nueva titular de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla (CDH) para el periodo 2024-2029. Con 35 votos a favor en una elección secreta realizada en el Congreso local, Sánchez se convierte en la segunda mujer en dirigir este organismo, en relevo de Félix Cerezo Vélez. Sin embargo, su nombramiento no estuvo exento de críticas por parte de la oposición y de cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso.
Proceso de selección cuestionado
Desde el inicio, el procedimiento fue duramente criticado por legisladores de oposición, quienes acusaron al Congreso local, presidido por el morenista Roberto Zatarain, de orquestar un mecanismo que careció de apertura y rigor. La diputada panista Luana Armida Amador Vallejo fue una de las voces más críticas, señalando que la falta de transparencia dificultó un análisis adecuado de los perfiles de los aspirantes.
“Nos entregaron los currículums y planes de trabajo de los candidatos hasta el momento de las comparecencias. Esto evidencia una clara falta de cuidado en el procedimiento”, declaró Amador Vallejo, al tiempo que denunció la falta de discusión abierta para seleccionar a los finalistas.
Por su parte, Zatarain defendió el proceso, argumentando que los perfiles de los aspirantes cumplían con los requisitos estipulados en la convocatoria y resaltó la inclusión de la sociedad civil en las comparecencias. Sin embargo, esta postura fue insuficiente para contrarrestar las acusaciones de opacidad.
La sombra del ‘dedazo’
Los legisladores del PAN y PRI no solo se abstuvieron de votar, sino que calificaron la designación de Sánchez Soya como un ‘dedazo’ del gobernador electo Alejandro Armenta. Según los diputados opositores, el proceso careció de legitimidad desde su inicio, favoreciendo a Sánchez por encima de otros perfiles, sin que existiera un análisis real de sus competencias o propuestas.
El activista Marco Antonio Moreno Rosado, quien compitió por el cargo, no obtuvo ni un solo voto, lo que también generó dudas sobre la equidad en la evaluación de los candidatos.
¿Un retroceso en derechos humanos?
La falta de transparencia en la selección de la titular de la CDH podría tener consecuencias serias para la credibilidad de este organismo, cuya misión es proteger y promover los derechos humanos en el estado de Puebla. El cuestionamiento constante de su legitimidad pone en duda su capacidad para operar de manera imparcial e independiente, especialmente en temas de alta sensibilidad social.
El precedente de un proceso opaco podría afectar la confianza de la ciudadanía en el organismo y complicar su relación con la sociedad civil, que históricamente ha sido un aliado clave en la defensa de los derechos humanos.
Una oportunidad perdida
El nombramiento de Rosa Isela Sánchez Soya, lejos de celebrarse como un avance en la representación femenina en organismos de derechos humanos, se encuentra empañado por acusaciones de favoritismo y falta de transparencia. Si bien la inclusión de la sociedad civil en el proceso fue un paso importante, las inconsistencias señaladas por la oposición dejan un amargo sabor de boca y plantean serias dudas sobre la independencia de la CDH en los próximos años.
Notidex seguirá informando y dando voz a las críticas y propuestas que surjan en torno a este nombramiento, exigiendo rendición de cuentas para garantizar que los derechos humanos no sean moneda de cambio en los intereses políticos del estado.