Según el Instituto Nacional de Salud Pública, en México, entre el 30% y el 60% de las personas con obesidad presentan alguna condición en su salud mental, como depresión, ansiedad, baja autoestima o alteraciones en la conducta alimentaria. Esta estrecha relación destaca la necesidad de abordar tanto los aspectos físicos como emocionales en el tratamiento de la obesidad.
Impacto de los Trastornos Mentales en el Peso
Especialistas han demostrado que tratar los trastornos depresivos y de ansiedad puede influir positivamente en la pérdida de peso. La obesidad no solo afecta la salud física, sino que también puede desencadenar o agravar problemas de salud mental. Las personas con sobrepeso pueden ser víctimas de estigmatización y rechazo, lo que impacta negativamente en su autoestima y puede contribuir al desarrollo de ansiedad y depresión.
Por otro lado, las personas con condiciones de salud mental pueden presentar patrones de comportamiento que dificultan el autocuidado, como aumento del apetito, menor energía, y dificultad en el control de impulsos. Estos comportamientos pueden llevar a una ingesta elevada de alimentos calóricos y a una falta de actividad física, contribuyendo a la ganancia de peso.
Ingesta Emocional y Trastornos de la Conducta Alimentaria
Cuando las personas tienen dificultades para regular sus emociones, pueden recurrir a la comida para aliviar el malestar emocional, un comportamiento conocido como ingesta emocional o comer emocional. Este patrón puede conducir al sobrepeso u obesidad y estar relacionado con trastornos de la conducta alimentaria como el Trastorno por Atracón. Este trastorno se caracteriza por la sobreingesta de alimentos y la incapacidad de frenar la ingesta, lo que genera sentimientos de culpa y vergüenza.
Tratamiento Integral de la Obesidad
Enfoque Multidisciplinario
La Asociación Americana de Psicología reconoce la obesidad como uno de los problemas de salud más graves y en mayor crecimiento a nivel nacional. Por ello, es crucial un tratamiento integral que aborde tanto los aspectos físicos como los emocionales y psicológicos de los pacientes.
Intervenciones Psicológicas
El tratamiento psicológico de la obesidad se enfoca en promover el autocuidado y el bienestar a largo plazo, identificando y abordando las dificultades para el autocuidado. Este enfoque incluye la aceptación del propio cuerpo en lugar de buscar alcanzar un estereotipo de delgadez.
Las intervenciones psicológicas no solo buscan modificar la ingesta de alimentos y fomentar la actividad física, sino también atender los patrones de pensamiento asociados, el manejo del estrés, la regulación emocional y los hábitos que ponen en riesgo la salud. Es fundamental recibir una atención integral debido a que los síntomas físicos y psicológicos suelen estar interrelacionados.
Importancia del Apoyo Profesional
El seguimiento de un tratamiento adecuado para la obesidad, ya sea desde una perspectiva física o psicológica, requiere modificaciones en el comportamiento. Los psicólogos, como expertos en modificación de comportamientos, pueden ofrecer orientación valiosa para mejorar la salud integral cuando los esfuerzos individuales o las recomendaciones médicas no son suficientes.
La obesidad es un problema de salud que puede afectar a cualquier persona y está relacionada con repercusiones negativas para la salud mental en cualquier etapa de la vida. Es fundamental abordar esta condición con un enfoque integral que incluya tanto la salud física como la emocional. Recurrir a especialistas en salud mental puede ser crucial para lograr un estado de salud integral y mejorar la calidad de vida.
Para cualquier problema de salud, siempre es importante acudir a especialistas que puedan proporcionar un diagnóstico y tratamiento adecuados. La intervención profesional es clave para abordar de manera efectiva los múltiples aspectos de la obesidad y la salud mental.