Trump impone aranceles al acero y aluminio: Afectando principalmente a México y Canadá

Almacén de acero y aluminio
Almacén de acero y aluminio

En una medida que promete redefinir el comercio internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio. La decisión, formalizada a través de órdenes ejecutivas firmadas desde el Despacho Oval, entrará en vigor el próximo 12 de marzo de 2025 y afectará a todos los países sin excepciones ni exenciones.

Trump ha defendido esta medida como una estrategia para fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones extranjeras.

“Esto es importante, vamos a hacer a Estados Unidos rico de nuevo”, afirmó el mandatario.

Según el gobierno estadounidense, los aranceles buscan equilibrar el mercado ante lo que consideran prácticas desleales de comercio, particularmente por parte de China, a quien acusan de subsidiar la producción y mantener precios artificialmente bajos.

Además de los aranceles al acero y al aluminio, el presidente ha indicado que está evaluando la posibilidad de imponer restricciones adicionales a productos como automóviles, fármacos y chips informáticos, sectores clave en la economía global.

Principales afectados: Canadá y México

Canadá y México, dos de los mayores exportadores de acero y aluminio a EE.UU., serán de los más impactados por la nueva política. Canadá, por sí solo, representó más del 50% del aluminio importado por EE.UU. en 2024.

El ministro de Innovación de Canadá, Francois-Phillippe Champagne, calificó los aranceles como “totalmente injustificados” y advirtió que esta decisión podría afectar la competitividad de América del Norte. En respuesta, grupos de presión en Canadá han instado a su gobierno a tomar represalias comerciales de inmediato.

Por su parte, el gobierno mexicano, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha optado por la vía diplomática. Se han programado mesas de diálogo con Washington para discutir la medida, aunque desde la Secretaría de Economía han reiterado que los aranceles no tienen justificación, ya que México no mantiene un déficit en estos materiales con EE.UU.

Las industrias que dependen de estos materiales, como la automotriz, aeroespacial, de construcción y de infraestructura, verán un aumento en sus costos de producción. En 2023, más del 80% del aluminio utilizado en EE.UU. fue importado, y aunque el consumo de acero depende en menor medida de las importaciones, sigue siendo vital para varios sectores estratégicos.

Los economistas advierten que estos aranceles podrían generar aumentos de precios en productos finales, afectando a los consumidores estadounidenses. De hecho, en el primer mandato de Trump, medidas similares provocaron un alza en los costos de fabricación y una pérdida de empleos en industrias que utilizan estos metales.

Las exportaciones de acero y aluminio de México a EE.UU. representan más del 80% del total de estos envíos. En el caso de Argentina, el séptimo mayor exportador de aluminio a EE.UU., el gobierno teme perder su posición en el mercado estadounidense, mientras que Colombia estima que la nueva política afectará más de 750 millones de dólares en exportaciones.

En 2018, durante su primer mandato, Trump impuso aranceles similares, pero más tarde negoció excepciones con países como Canadá, México, Brasil y Argentina. Sin embargo, la falta de flexibilidad en la nueva normativa podría dificultar las negociaciones esta vez.

Los aranceles al acero y aluminio no son la única medida proteccionista reciente del gobierno de Trump. La semana pasada, la Casa Blanca impuso restricciones a varios productos chinos, acusando al gigante asiático de no tomar medidas suficientes para detener el tráfico de fentanilo. En respuesta, Pekín ha implementado aranceles recíprocos valorados en 14.000 millones de dólares, intensificando aún más la guerra comercial.

Analistas prevén que esta decisión impactará en los mercados internacionales del acero y aluminio, sectores que ya han sufrido una caída de precios debido a la sobreproducción global, especialmente en China. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que el excedente mundial de acero oscila entre 500 y 560 millones de toneladas, lo que ha mantenido una presión a la baja en los precios internacionales.

Mientras el mundo observa con atención, países afectados como Canadá, México y Argentina preparan estrategias de negociación o represalias comerciales. En tanto, las industrias dentro de EE.UU. deberán adaptarse a un escenario donde los costos de producción podrían incrementarse significativamente.

Con esta política, Trump refuerza su postura proteccionista de cara a su segundo mandato, apostando por el nacionalismo económico. Sin embargo, queda por ver si los beneficios de esta estrategia superarán los costos y si los consumidores y empresas estadounidenses estarán dispuestos a pagar el precio de esta medida.

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