A tan solo 10 días de la Navidad, el Centro Histórico de Toluca luce un panorama que dista mucho de la alegría y colorido que solía caracterizar esta temporada. La austeridad gubernamental ha dejado su huella en la ciudad, con una notable falta de adornos y actividades navideñas en comparación con años anteriores.
El ambiente festivo que solía inundar el corazón de Toluca durante diciembre parece haber quedado en el olvido. La falta de adornos navideños en edificios gubernamentales, plazas y parques emblemáticos es evidente. Aunque el orden se mantiene, el espíritu navideño parece ausente, y la nostalgia por tiempos más brillantes se refleja en las opiniones de los ciudadanos.
Uno de los símbolos más esperados de la temporada, el árbol gigante del Parque de la Ciencia Fundadores, no ha sido instalado este año, una situación que ha sorprendido a los habitantes. Hasta ahora, el único árbol navideño presente se encuentra en la Plaza de la Constitución, acompañado de un modesto nacimiento.
“Falta más color. Aquí, solo en Los Portales está este árbol de Navidad, pero creemos que le hace falta. Algunas plazas comerciales tienen árboles más grandes y vistosos que este”, comentó un padre de familia que visitaba el centro con sus hijos.
Espacios emblemáticos como la Plaza González Arratia han sido decorados con flores de nochebuena, un toque que aporta algo de color, pero insuficiente para llenar el vacío que dejaron los eventos y adornos navideños de otros años. Según algunos vecinos, este contraste se debe al fin de las administraciones municipales y estatales, marcado por una evidente falta de recursos destinados a estas festividades.
Doña Belinda Martínez, vecina de la delegación San Buenaventura, expresó:
“El año pasado hubo más color. Aquí en la plaza González Arratia incluso hubo conciertos navideños. Ahora todo se siente más apagado, como si el gobierno ya se fuera.”
La espectacular Villa Navideña, que en 2020 ofrecía un atractivo único para las familias, ha quedado relegada al recuerdo. Incluso la pista de hielo, instalada por última vez en 2022 bajo la gestión del entonces presidente municipal Raymundo Martínez Carbajal, no ha sido retomada este año.
“Ahora no hay ni eventos artísticos. Está bien que las autoridades quieran ahorrar porque ya se van, pero al menos deberían demostrar que es Navidad”, señaló don Ernesto Pérez mientras paseaba por Los Portales.
El desánimo entre los visitantes del Centro Histórico es palpable, y las comparaciones con los años anteriores no se hacen esperar. Muchos recuerdan cómo conciertos, luces, y decoraciones dieron vida a las calles de Toluca en el pasado. Ahora, las familias que acuden al primer cuadro de la ciudad solo encuentran la decoración con nochebuenas como único atractivo, insuficiente para transmitir el espíritu de la temporada.
Los edificios que albergan los tres poderes de gobierno muestran algunos adornos, pero son mínimos y poco llamativos. Inclusive la Catedral de Toluca, que en años anteriores lucía luces de colores, se presenta ahora sin cambios significativos. La austeridad no solo ha afectado el entorno visual, sino también las tradiciones y actividades que unían a la comunidad durante estas fechas.
La austeridad gubernamental ha dejado a Toluca con una Navidad distinta, marcada por la simplicidad y la falta de eventos que en años pasados crearon memorias inolvidables para los ciudadanos. Si bien algunos justifican la medida como una forma de ahorro, otros consideran que la falta de espíritu navideño es un reflejo del desinterés de las autoridades salientes.
En conclusión, conforme avanza el mes de diciembre, los habitantes de Toluca esperan que las próximas administraciones puedan recuperar el brillo y la alegría que caracterizaron a esta ciudad en años anteriores. Por ahora, el Centro Histórico de Toluca se enfrenta a una Navidad apagada, donde el recuerdo de mejores tiempos sigue vivo en los corazones de su gente.