La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ha destapado un escándalo de salud pública tras investigaciones en varias bodegas de pollo en la región. De acuerdo con la información reciente proporcionada por la institución, se ha descubierto la venta de carne de pollo contaminada, que no solo compromete la calidad del producto sino que representa un serio riesgo para la salud de los consumidores, incluyendo la posibilidad de incrementar el riesgo de desarrollar cáncer.
La investigación se inició tras denuncias presentadas por comerciantes minoristas de pollo en Toluca, quienes alegaron ser víctimas de extorsión y coacción para adquirir productos de los establecimientos ahora bajo escrutinio. Estos reclamos arrojaron luz sobre prácticas dudosas y desencadenaron una investigación exhaustiva que no solo confirmó las denuncias sino que también reveló la venta de productos alimenticios peligrosos para la salud.
El 27 de marzo, la FGJEM hizo pública la relación de uno de los locales investigados con un caso de secuestro de cuatro trabajadores ocurrido en diciembre pasado. A medida que la investigación se profundizaba, emergieron más delitos asociados a las operaciones de estos establecimientos. Se ha señalado a Lizbeth Karina “N”, propietaria de una de las bodegas, como parte de la red de operaciones de Sergio “N”, alias ‘El Borrego’, ligado a la organización criminal La Familia Michoacana.
Sustancias Peligrosas Detectadas
Las autoridades realizaron pruebas periciales a la carne encontrada en las bodegas, descubriendo la presencia de sustancias como poliacrilamida, carboxilo modificado, alto contenido de carboxilo, tartrato de sodio y potasio. Estos compuestos son inapropiados para el consumo humano y representan un incremento significativo en el riesgo de enfermedades graves, incluyendo el cáncer.
La FGJEM ha solicitado la intervención de las autoridades sanitarias del Estado de México (Edoméx) y se encuentra trabajando en coordinación con otras instancias para continuar con las investigaciones pertinentes. Este caso resalta la importancia de la vigilancia y regulación en la industria alimentaria, así como la necesidad de asegurar la integridad y seguridad de los productos ofrecidos a los consumidores.