En un caso que ha conmocionado a Colombia y México, la desaparición de exmilitares colombianos en el estado de Michoacán ha puesto en evidencia una posible red de trata de personas. El exmilitar retirado José Gabriel Sáez Angulo, desaparecido desde enero de 2024, es una de las víctimas que se sospecha fue reclutada bajo falsas promesas de empleo para luego ser entregada a organizaciones criminales.
José Gabriel Sáez Angulo, un militar retirado de Colombia, recibió en septiembre de 2023 una oferta de trabajo a través de WhatsApp para trabajar como escolta en plantaciones de cítricos en Michoacán, México. La oferta prometía un salario atractivo de siete millones de pesos colombianos mensuales, lo que resultó ser una fachada para actividades ilícitas. Desde enero de 2024, su paradero es desconocido, generando una ola de preocupación y sospechas sobre una red de trata de personas que involucra a exmilitares.
Según la investigación llevada a cabo por el medio colombiano Semana, la desaparición de Sáez Angulo podría estar relacionada con una empresa de Medellín, VIP Logistic Group S.A.S., señalada como intermediaria en el reclutamiento de exmilitares colombianos. Documentos, fotografías y testimonios apuntan a que esta compañía podría estar involucrada en una operación de reclutamiento engañoso, aprovechando la formación militar rigurosa de estos hombres para entregarlos a redes criminales en México.
La esposa de Sáez Angulo, Jackeline del Valle Arboleda, ha liderado una lucha legal para conocer el destino de su esposo. Arboleda expresó sus dudas sobre la versión oficial de la desaparición, asegurando que hay muchas inconsistencias en la historia. A pesar de haber recibido información de que su esposo murió en combate a manos de un francotirador, Arboleda cuestiona cómo un vigilante en una plantación pudo haber caído en esas circunstancias.
La situación de Sáez Angulo no es un caso aislado. Otros exmilitares colombianos han desaparecido en condiciones similares después de ser contratados por VIP Logistic Group S.A.S. Uno de los casos más destacados es el de José Fernando Cataño Durango, un sargento retirado que desapareció en noviembre de 2023 después de haber sido reclutado para trabajar como escolta en Michoacán. Su esposa, Dora Úsuga Medina, inició su propia búsqueda tras notar que Cataño mostraba señales de preocupación antes de su desaparición. Úsuga recibió fotos de una tumba, insinuando que su esposo pudo haber sido asesinado en México.
Además de estos casos, al menos otros cuatro exmilitares colombianos han sido reportados como desaparecidos en México. Las familias de las víctimas han sido intimidadas para que cesen sus investigaciones, lo que ha aumentado las sospechas de una operación criminal bien organizada detrás de estas desapariciones.
Luis Carlos Pacheco Pantoja, representante legal de VIP Logistic Group S.A.S., ha negado cualquier implicación en estas actividades ilícitas. Pacheco afirmó que el nombre de la empresa podría estar siendo usado fraudulentamente para cometer delitos. Según él, la empresa ha estado inactiva desde 2022 y no ha realizado contrataciones. Además, señaló que el representante suplente de la empresa, Daniel Felipe Arroyave Acevedo, reside en el extranjero y que no mantienen comunicación constante con él.
Este caso se enmarca dentro de un problema más amplio de trata de personas que afecta tanto a Colombia como a México. Según la Cancillería de Colombia, muchos colombianos con experiencia militar han sido víctimas de engaños con promesas de empleo en el extranjero, siendo luego entregados a organizaciones criminales. El tráfico de personas con fines de explotación laboral y sexual es un fenómeno alarmante, y las redes de trata aprovechan la vulnerabilidad de sus víctimas, especialmente en países como México, donde se ha identificado un patrón de explotación sexual de colombianas.
Las familias de los desaparecidos han alzado la voz ante la falta de apoyo por parte del Gobierno colombiano. Jackeline del Valle Arboleda, esposa de Sáez Angulo, y Dora Úsuga Medina, esposa de Cataño Durango, son solo dos de las muchas personas que exigen respuestas. La desesperación y el miedo a represalias no han detenido sus esfuerzos por encontrar a sus seres queridos y exponer la verdad detrás de estas desapariciones.
Las autoridades tanto en Colombia como en México han iniciado investigaciones para desmantelar esta red de trata de personas que afecta a los exmilitares colombianos. La Cancillería colombiana y otros organismos gubernamentales están trabajando para esclarecer los hechos y brindar apoyo a las familias afectadas.
Sin embargo, la complejidad del caso, el uso fraudulento de nombres empresariales y la posible implicación de redes criminales organizadas presentan un desafío considerable para las autoridades. Las familias continúan esperando justicia y respuestas claras sobre el destino de sus seres queridos.
En conclusión, el caso de José Gabriel Sáez Angulo y otros exmilitares desaparecidos en México pone en evidencia la gravedad de las redes de trata de personas que operan a nivel internacional. Mientras las investigaciones continúan, es crucial que tanto las autoridades como la sociedad civil se mantengan alerta ante estas situaciones y brinden el apoyo necesario a las víctimas y sus familias en su búsqueda de la verdad.