En el centro de Toluca, comerciantes fijos, semifijos, artistas urbanos y comerciantes de temporada han levantado al menos 12 denuncias contra las autoridades municipales. Estas denuncias están relacionadas principalmente con la obstrucción a la inversión y la falta de emisión del Dictamen de Giro, un documento esencial para que los negocios puedan operar de manera legal en la ciudad.
Uno de los principales problemas que enfrentan los afectados es la supuesta solicitud de “aportaciones” por parte de la Dirección de Gobernación y Desarrollo Económico, lo que ha generado indignación entre los comerciantes y artistas urbanos. Estas “aportaciones” se refieren a pagos no oficiales que se les exigen para poder trabajar en espacios públicos del primer cuadro de la ciudad.
Entre los afectados, destaca el testimonio de la payasita “Gotita”, quien explicó que lleva más de 25 años trabajando en el centro de Toluca. Sin embargo, este año las autoridades solo asignaron cinco espacios para los artistas urbanos, de los 30 que tradicionalmente estaban disponibles.
Gotita también denunció haber sido discriminada por ser mujer. Según su relato, el lugar en el que solía trabajar fue reasignado a una empresa de transporte, dejándola sin un espacio para desempeñar su actividad. La payasita también acusó a las autoridades de dar preferencia a personas cercanas a servidores públicos, quienes obtienen los permisos sin seguir el proceso adecuado.
“Desarrollo Económico y Gobierno solo dan los lugares a sus conocidos amigos o a quien tiene influencias, sin recibo o permiso autorizado”, denunció Gotita, lamentando que su lugar de trabajo le fue retirado injustamente.
Otro caso relevante es el de Guadalupe González, quien ha intentado abrir un restaurante con venta de alcohol durante los últimos dos años. Sin embargo, la emisión del Dictamen de Giro ha sido sistemáticamente negada, bajo el argumento de que faltan documentos o permisos relacionados con temas de salud.
Lo que ha generado más molestia entre los comerciantes es que otras personas han conseguido abrir negocios sin la documentación completa, a cambio de pagos adicionales que se hacen “por fuera” a las dependencias municipales. Esto refuerza la percepción de que el sistema está viciado y favorece la corrupción.
La situación llegó a un punto crítico el pasado fin de semana, cuando se registraron enfrentamientos entre los comerciantes y las autoridades, lo que derivó en el cierre de vialidades principales en el centro de la ciudad, incluyendo la calle Bravo.
Gotita denunció que fue desalojada violentamente por el director de Gobierno, Genaro Ruiz, a pesar de contar con permisos para trabajar en la plaza desde hace 20 años. En una conferencia de prensa, la artista urbana mostró videos donde se evidenciaba la violencia con la que fue retirada el domingo 13 de octubre.
“El ayuntamiento nos está quitando nuestros lugares de trabajo para dárselos a personas cercanas a los servidores públicos”, acusó Gotita, quien agregó que de los 30 lugares tradicionales, solo se asignaron 15 este año, lo que no es suficiente para los artistas que dependen de esos espacios para ganarse la vida.
La situación ha generado un malestar generalizado entre los comerciantes, quienes no solo ven limitada su capacidad de operar, sino que también denuncian extorsiones y “moches” por parte de las autoridades municipales.
Gotita y otros artistas urbanos exigen que se ponga fin a las prácticas corruptas dentro de la Dirección de Gobernación y Desarrollo Económico. Asimismo, pidieron que se respeten los espacios que históricamente han ocupado en el centro de la ciudad para poder seguir trabajando dignamente.
En conclusión, la situación en Toluca refleja un conflicto que va más allá de la asignación de espacios para trabajar. Los comerciantes y artistas urbanos enfrentan un entorno marcado por la corrupción y el abuso de poder, lo que no solo afecta su sustento, sino también su dignidad como trabajadores.
Mientras no se tomen medidas claras para erradicar estas prácticas y garantizar la transparencia en la emisión de permisos y dictámenes, los comerciantes y artistas urbanos seguirán luchando por su derecho a trabajar en condiciones justas.