Con la llegada de las primeras heladas de la temporada otoño-invierno en el Valle de Toluca, prendas como gorros, guantes y bufandas se convierten en un accesorio esencial para mantenerse abrigado. Las calles y negocios de la región ya muestran estas prendas a la venta, pero los comerciantes enfrentan un desafío cada vez mayor: la competencia no solo proviene de productos importados de China, sino también de aplicaciones en línea que ofrecen precios aparentemente más bajos.
Paola Fernández, una comerciante con 10 años de experiencia en la Central de Abasto de Toluca, señala que el panorama ha cambiado drásticamente.
“La competencia ya no es solo con los ambulantes temporales, ahora también es virtual”, comenta.
Según estimaciones recientes de cámaras de comercio, en 2022 ingresaron más de un millón de paquetes de ropa al país provenientes de China, adquiridos principalmente a través de plataformas como Shein, Temu y AliExpress.
Fernández explica que estas plataformas han ganado popularidad debido a sus precios competitivos, pero asegura que comprar en línea tiene sus riesgos.
“Muchas compras por internet son a ciegas; aquí en nuestro local puedes tocar el producto, ver los colores reales y asegurarte de lo que estás comprando”, destaca.
Para contrarrestar la competencia de las aplicaciones y los productos importados, Paola y otros comerciantes locales ofrecen precios competitivos y promueven la calidad de los productos mexicanos.
“Tenemos precios desde los 20 pesos, bufandas entre 100 y 120. Buscamos que nuestros clientes se lleven algo accesible para su bolsillo”, añade.
Los comerciantes también hacen un llamado a la comunidad para apoyar la economía local.
“Con cada prenda que compran aquí, no solo obtienen calidad, sino que también apoyan a los productores locales que se ven afectados por las importaciones masivas”, comenta Fernández.
Según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), el contrabando y la competencia desleal han provocado una caída del 8% en la producción de ropa en México durante el último año, además de la pérdida de 20,000 empleos. Estas cifras reflejan la urgente necesidad de fortalecer el consumo de productos nacionales para salvaguardar la industria textil mexicana.
Con el frío como protagonista, el consumo de prendas de abrigo incrementa significativamente durante los últimos meses del año. Sin embargo, elegir productos locales no solo significa mantener el calor, sino también apoyar a familias que dependen de este comercio.
Fernández concluye con un mensaje contundente:
“Invito a las personas a dejar el teléfono un rato, visitarnos y conocer la calidad de nuestros productos. Al final, cada compra local tiene un impacto positivo en nuestra comunidad”.
En conclusión, con la llegada del frío, las calles del Valle de Toluca se llenan de prendas coloridas y cálidas, reflejando el esfuerzo de los comerciantes locales por mantenerse competitivos frente a un mercado globalizado. Este invierno, optar por productos nacionales es más que una elección práctica: es un acto de solidaridad con quienes luchan por mantener viva la tradición textil mexicana.