La Ciudad de México y su zona conurbada en el Estado de México enfrentan un episodio significativo de mala calidad del aire, afectadas por los incendios forestales que han marcado la temporada. Este miércoles, las autoridades han alertado sobre los niveles preocupantes de contaminación, que podrían desencadenar la activación de una contingencia ambiental en la región.
La Comisión Ambiental de la ciudad reporta que, debido a los incendios, la atmósfera sobre la capital y el Estado de México se ha saturado de partículas contaminantes. A las 16:00 horas del 28 de marzo, el Índice Aire y Salud señaló una calidad del aire que varía de mala a muy mala en diversas alcaldías y municipios.
En el corazón de la CDMX, zonas como Atizapán y Cuautitlán Izcalli enfrentan una situación crítica, catalogada como “muy mala”. Por otro lado, áreas como Tlalpan, Benito Juárez, Azcapotzalco, y Coyoacán, entre otras, experimentan niveles que comprometen la salud de sus habitantes, al ser clasificados de “mala” calidad.
El Estado de México no se queda atrás en esta alerta ambiental. Localidades como Chalco, Naucalpan, Neza, Ecatepec, Tultitlán, y Coacalco también registran una calidad del aire que suscita preocupación y cuidados especiales entre la población.
Este año, la región ha visto activarse la contingencia ambiental en cuatro ocasiones, siendo el sábado 23 de marzo la más reciente. Aunque el programa “Hoy No Circula” se implementó con éxito, permitiendo una mejora en la calidad del aire y su eventual levantamiento el domingo por la tarde, la repetición de estos eventos subraya la necesidad de políticas y acciones más robustas para combatir la contaminación.
Los incendios forestales, exacerbados por condiciones climáticas adversas y, en ocasiones, por la actividad humana, requieren de una respuesta coordinada y eficaz. La salud de millones de habitantes, así como el bienestar ambiental de la región, dependen de la capacidad para prevenir, controlar y mitigar estos siniestros y sus efectos secundarios en la calidad del aire.
Notidex insta a la comunidad a permanecer informada sobre las actualizaciones de las autoridades ambientales y a seguir las recomendaciones de salud, especialmente en días de alta contaminación. La participación ciudadana, junto con políticas ambientales efectivas, es clave para enfrentar y superar estos desafíos, garantizando un futuro más limpio y saludable para todos.
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