Un trágico suceso ocurrido esta semana en la colonia Guadalupe pone en evidencia la creciente inseguridad en Lerma. Un joven de apenas 25 años fue asesinado mientras perseguía a tres presuntos delincuentes que habían intentado estafar y herido de gravedad a su padre durante una supuesta compra-venta de automóvil. Este nuevo caso de violencia ha desatado indignación ciudadana, especialmente ante las declaraciones del presidente municipal Miguel Ángel Ramírez Ponce, quien insiste en que “las cosas van bien” en el municipio.
Un fraude, un disparo y una persecución mortal
El incidente tuvo lugar en la calle Río Papaloapan, esquina con Juan Álvarez, en la colonia Guadalupe. La víctima, un joven identificado como hijo del hombre que acudió a una cita para adquirir un vehículo anunciado en internet, se enfrentó a tres sujetos cuando descubrió que se trataba de un fraude. Al negarse a ser extorsionado, uno de los agresores disparó al padre en el abdomen.
El joven, en un acto de valentía, persiguió a los delincuentes, pero fue alcanzado por las balas. Minutos más tarde, y tras la intervención de vecinos que alertaron a las autoridades, la policía logró detener a los implicados. No obstante, el joven perdió la vida a causa de las heridas.
La narrativa oficial vs. la realidad en las calles
Este no es un hecho aislado. Cada vez son más frecuentes los reportes de robos, fraudes, agresiones armadas y homicidios en diferentes colonias de Lerma. A pesar de ello, el presidente municipal Miguel Ángel Ramírez Ponce continúa sosteniendo que “la seguridad en el municipio ha mejorado”, un discurso que para muchos ciudadanos resulta ofensivo y desconectado de la realidad.
Vecinos y colectivos ciudadanos denuncian que la policía municipal actúa con lentitud, carece de presencia en zonas conflictivas y no cuenta con un plan de respuesta eficaz ante situaciones de alto riesgo. ¿Cómo puede afirmarse que Lerma está en paz cuando jóvenes son asesinados en plena vía pública por intentar proteger a sus familias?
Lerma, un municipio olvidado por sus autoridades
Mientras los habitantes viven con miedo y desconfianza, el gobierno municipal parece más enfocado en la propaganda que en la prevención del delito. Las declaraciones triunfalistas del alcalde Ramírez Ponce contrastan con las escenas de dolor y violencia que se repiten día a día en las calles.
El asesinato de este joven no es solo una tragedia familiar, es también un síntoma alarmante de un municipio donde el crimen organizado y los delitos comunes operan impunemente, y donde las autoridades locales parecen más interesadas en mantener una imagen política que en proteger a su población.
Urge un cambio real
Ante este escenario, los ciudadanos de Lerma exigen mayor transparencia, acciones contundentes y una estrategia integral de seguridad pública. No basta con decir que “todo va bien” cuando la evidencia apunta exactamente a lo contrario.
El caso de la colonia Guadalupe debe ser un llamado urgente a revisar las políticas de seguridad del municipio, exigir responsabilidades a quienes gobiernan y honrar la memoria de quienes han perdido la vida en manos de la delincuencia.
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