En la televisión, los papeles secundarios muchas veces pasan desapercibidos para el público. Sin embargo, para un actor que está comenzando, pueden convertirse en una escuela invaluable. Carlos Prats García, actor mexicano de 18 años, lo sabe bien: sus primeras experiencias en telenovelas han sido en personajes pequeños, pero llenos de aprendizajes.
La importancia de empezar desde abajo
“Cuando me dieron mi primer papel, pensé que iba a ser algo sencillo”, confiesa Carlos. “Pero con el tiempo entendí que no importa si tu personaje tiene pocas líneas: lo que importa es la responsabilidad que tienes con la historia”.
Ese enfoque le enseñó a valorar la preparación. Cada escena, aunque breve, exige concentración, memoria y compromiso. “Tienes que estar listo para entrar en el momento justo y dar lo mejor de ti, aunque tu participación dure segundos en pantalla”.
Lecciones de los grandes
Uno de los beneficios de estar en papeles secundarios es la posibilidad de observar a los actores con más trayectoria. Para Carlos, cada grabación es una clase en vivo. “He aprendido a observar cómo se mueven, cómo manejan las pausas, cómo se concentran entre toma y toma. Estar cerca de ellos me inspira y me motiva a seguir mejorando”.
Además, reconoce que esa cercanía lo ha ayudado a perder el miedo escénico. “Al principio sientes nervios, pero poco a poco descubres que también puedes aportar, aunque tu rol no sea protagónico”.
El valor de la humildad
Los papeles secundarios le han recordado la importancia de la paciencia y la humildad. “En esta carrera no todo es fama ni estelares. Cada paso cuenta, y esos papeles son parte de mi preparación. Me han enseñado a valorar el proceso y a entender que el camino hacia un protagónico se construye con constancia”.
Carlos considera que muchos jóvenes que sueñan con la actuación deberían mirar esas oportunidades con agradecimiento. “A veces pensamos que lo único que vale es ser el protagonista, pero la verdad es que todos los personajes, grandes o pequeños, construyen la historia”.
Mirando al futuro
Aunque sueña con papeles más grandes, Carlos no siente prisa. Prefiere aprovechar cada experiencia para seguir aprendiendo. “Sé que mi momento llegará. Mientras tanto, me enfoco en crecer y disfrutar lo que hago. Cada papel me deja algo que me servirá más adelante”.
En una industria que suele obsesionarse con la fama rápida, Carlos Prats García representa a una generación de jóvenes actores que entienden que el verdadero éxito está en el camino, no solo en la meta. Y en ese camino, los papeles secundarios no son escalones pequeños, sino cimientos sólidos de una carrera que apenas comienza.
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