El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, anunció una importante actualización en la flota de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP). Este proyecto innovador implica la adquisición de 50 nuevos autobuses eléctricos, marcando un paso significativo en la modernización del sistema de transporte público de la capital.
La iniciativa fue revelada en una rueda de prensa el domingo 28 de abril, donde Batres, acompañado por Andrés Lajous Loaeza, titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi), y Sergio Benito Osorio Romero, director general de RTP, detallaron los planes y objetivos de esta transición energética. Según las autoridades, este cambio no solo mejorará la calidad del aire en la metrópoli, sino que también ofrecerá un servicio más eficiente y silencioso a los ciudadanos.
El gobierno de la Ciudad de México ha destinado un presupuesto inicial de 375 millones de pesos para esta fase del proyecto. Con este fondo, se llevará a cabo una licitación internacional que busca integrar estas 50 unidades eléctricas a la flota existente. “La electrificación del transporte público es una prioridad para nuestra administración. Ya hemos logrado grandes avances con la electrificación de varias líneas del Metrobús y ahora extendemos nuestros esfuerzos a los autobuses RTP”, explicó Batres.
Este plan de electrificación se alinea con otros proyectos similares en la ciudad, como el Metro, Trolebús, Tren Ligero y Cablebús, todos funcionando bajo sistemas eléctricos, lo que refleja un compromiso robusto con la sustentabilidad urbana. La transición hacia autobuses eléctricos no solo reduce significativamente la emisión de gases contaminantes, sino que también disminuye la dependencia de combustibles fósiles.
La implementación de los nuevos autobuses está prevista para iniciar operaciones a finales de este año, tras completar todas las fases de licitación y pruebas necesarias para garantizar la seguridad y eficiencia de los vehículos.
Con estos cambios, la Ciudad de México se posiciona como líder en la adopción de tecnologías limpias en América Latina, fomentando una mejor calidad de vida para sus habitantes y poniendo un ejemplo a seguir en la lucha contra el cambio climático. Este proyecto no solo refleja un avance tecnológico, sino también un compromiso firme con el futuro sostenible de la ciudad.