CDMX inicia regulación de Airbnb y Booking

Vista aérea de la CDMX
Vista aérea de la CDMX

La Ciudad de México, una de las capitales más vibrantes y culturalmente ricas de América Latina, emprendió un nuevo capítulo en la regulación de la economía del hospedaje. A partir de esta semana, plataformas digitales de alojamiento como Airbnb y Booking enfrentarán un nuevo conjunto de regulaciones destinadas a equilibrar el campo de juego en la industria turística y mitigar efectos adversos en la comunidad local.

Esta iniciativa, impulsada por el gobierno de la Ciudad de México, liderado por Martí Batres de Morena, busca abordar desafíos clave como la gentrificación, el aumento de rentas, la seguridad y la competencia desleal. A través de la modificación de la ley de turismo local, se establece un marco legal para que tanto personas como empresas que ofrecen estancias de corto plazo se registren en un padrón oficial. Este registro, con una validez de dos años y la obligación de renovación 30 días antes de su vencimiento, deberá ser visible en las plataformas de hospedaje, garantizando transparencia y responsabilidad.

Los anfitriones no solo tendrán que adherirse a normativas fiscales e informar sobre la utilización y ocupación de sus propiedades, sino también fomentar la convivencia armoniosa informando a los vecinos acerca del uso turístico de los inmuebles. La medida pretende proteger la integridad y tranquilidad de las comunidades afectadas por la rotación constante de visitantes, ofreciendo canales de comunicación directa para reportar incidencias.

Este esfuerzo regulatorio responde al creciente impacto del turismo de corta estancia en la dinámica urbana y económica de la ciudad, reflejado en el desplazamiento de residentes y el aumento del costo de vida en zonas turísticas. Con casi 10 millones de habitantes, la capital enfrenta el desafío de equilibrar el auge turístico con la calidad de vida de sus ciudadanos.

El sector hotelero, que ve en estas plataformas una competencia desleal por las diferencias en la carga fiscal, acoge con expectativa estas regulaciones. A nivel internacional, metrópolis como Barcelona, París, Berlín y Nueva York han implementado medidas similares, reconociendo la necesidad de adaptar las políticas locales a las realidades del mercado global y digital.

En un esfuerzo por promover un turismo responsable y sostenible, el gobierno de la Ciudad de México había explorado previamente iniciativas para atraer a nómadas digitales y fomentar el turismo creativo, destacando el potencial económico y cultural de este sector. Sin embargo, la implementación de estas regulaciones subraya la importancia de un crecimiento turístico equilibrado que beneficie tanto a visitantes como a residentes.

El turismo en la Ciudad de México es un motor económico crucial, representando el 9.1% del PIB local y generando el 14% del empleo. Con alrededor de 800 hoteles y más de 60,000 habitaciones, la ciudad se posiciona como un destino clave en América Latina, recibiendo 14.4 millones de turistas el año pasado.

La nueva regulación marca un logro en la gestión turística de la Ciudad de México, promoviendo un modelo de hospitalidad que respeta la idiosincrasia y necesidades de la comunidad local, mientras se adapta a las tendencias globales del turismo. Este equilibrio es fundamental para asegurar que la capital mexicana continúe siendo un destino acogedor y vibrante para todos.