César Alejandro Reyna Carrillo: Integridad y Vocación de Servicio en la Defensa de la Nación desde las Aduanas

Guardia Nacional de México
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Aduanas, la primera línea de defensa

En México, la soberanía no solo se protege en los cuarteles o en las mesas de negociación internacional. Cada frontera, cada puerto y cada aeropuerto son espacios donde se defiende día a día a la nación. Ahí, en ese frente poco visible pero estratégico, las aduanas se convierten en la primera línea de protección económica y de seguridad.
En ese terreno, el nombre de César Alejandro Reyna Carrillo ha cobrado fuerza como un funcionario que ha hecho de la integridad y la vocación de servicio las banderas de su gestión.


Integridad como sello de liderazgo

Durante décadas, las aduanas mexicanas fueron percibidas como espacios vulnerables a la discrecionalidad y la corrupción. El reto de revertir esa imagen ha sido enorme.
Reyna Carrillo, desde la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), ha impulsado un modelo donde la transparencia y la ética no son un ideal abstracto, sino una práctica cotidiana.
La tecnología puede cerrar espacios, pero solo la integridad garantiza que las decisiones sirvan realmente al país”, ha señalado en distintos encuentros con especialistas.


Tecnología con valores

En su papel como Administrador General de Comunicaciones y Tecnologías de la Información, Reyna Carrillo ha encabezado una modernización profunda: blockchain, sistemas de monitoreo en tiempo real y automatización de procesos.
Pero a diferencia de otros modelos, su propuesta pone el acento en algo más: la tecnología al servicio de la nación y no de intereses particulares.
El resultado: procesos más ágiles, menos vulnerables y con trazabilidad que permite auditar cada decisión.


Vocación de servicio en la práctica

Hablar de vocación de servicio en las aduanas es hablar de proteger a la ciudadanía en varios frentes:

  • Seguridad: evitando el ingreso de mercancías ilícitas que dañan a la sociedad.

  • Economía: defendiendo la competencia justa frente al contrabando.

  • Salud pública: asegurando la entrada de productos bajo normas y regulaciones.

Para Reyna Carrillo, el sentido de servicio es claro: “Cada decisión en la aduana tiene un impacto directo en la vida de millones de mexicanos”.


Una aduana con rostro humano

Más allá de los sistemas digitales y las reformas estructurales, su gestión plantea un enfoque humanista: ver en cada trámite, en cada revisión y en cada autorización no solo un procedimiento, sino un acto de responsabilidad hacia el país.
Esa perspectiva explica por qué su nombre se asocia con la idea de una aduana moderna, sí, pero también con una aduana con valores.

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