Durante las recientes festividades del mes de mayo, el sector comercial formal de Toluca sufrió fuertes afectaciones económicas a causa del crecimiento descontrolado del comercio informal en zonas de alta concurrencia. La pérdida económica estimada ronda los 500 millones de pesos, especialmente en giros como restaurantes, estacionamientos y tiendas de regalos, con mayor impacto durante el Día de las Madres, el 10 de mayo.
Los comerciantes establecidos han manifestado su preocupación ante lo que consideran una ocupación desmedida del espacio público por parte del ambulantaje, fenómeno que se ha intensificado en lugares como el Planetario, la Alameda Central, Paseo Colón y las calles Rayón y Juárez. Estas zonas, que tradicionalmente atraen a miles de visitantes, se han visto saturadas por vendedores sin permiso, afectando la movilidad, la seguridad y la higiene.
Según cifras compartidas por representantes del sector, uno de cada cuatro pesos generados en la economía de Toluca proviene de actividades informales, lo que refleja la magnitud del problema y sus implicaciones para la economía local y la recaudación fiscal.
Ante este panorama, empresarios formales hicieron un llamado urgente al presidente municipal de Toluca, Ricardo Moreno Bastida, para que se haga valer el Bando Municipal y se recupere el orden en las calles. Denuncian que los comerciantes informales han adoptado prácticas evasivas más sofisticadas, integrándose entre los ciudadanos y operando sin temor a las autoridades.
Además, advirtieron sobre riesgos latentes en los puntos de venta ambulante, especialmente donde se comercializan alimentos, ya que se utilizan cilindros de gas sin medidas de seguridad, lo que representa un peligro para la población.
El sector empresarial pidió al gobierno municipal que intensifique la vigilancia, realice rondines constantes y regularice el comercio en la vía pública, a fin de proteger tanto a los consumidores como a quienes operan en el marco de la legalidad.
“La competencia desleal no solo nos afecta económicamente; también compromete la seguridad y la calidad de vida de quienes habitamos y trabajamos en Toluca”, expresaron líderes del comercio local.
En conclusión, la informalidad representa un problema estructural que no solo erosiona los ingresos del comercio establecido, sino que también limita el acceso a derechos laborales y servicios básicos para quienes trabajan bajo estas condiciones. A largo plazo, este fenómeno profundiza la desigualdad y frena el desarrollo sostenible de la ciudad.