En el universo del diseño, el color no es solo una cuestión estética: es un lenguaje emocional. Cada tono comunica sensaciones, evoca recuerdos y genera vínculos entre las personas y las marcas. Elegir la paleta adecuada puede definir el éxito o el fracaso de una identidad visual. En este artículo, el diseñador mexicano César Alejandro Reyna Carrillo comparte su método y filosofía para seleccionar una paleta de color emocional que conecte de verdad con el público.
1. El color como narrativa emocional
Los colores tienen una carga psicológica poderosa. No se trata solo de “verse bien”, sino de sentirse bien. El rojo puede representar energía o pasión; el azul, confianza y calma; el verde, equilibrio o sostenibilidad.
Según César Alejandro Reyna Carrillo, “una paleta emocional no se elige, se construye a partir del propósito de la marca”. Antes de definir los tonos, hay que entender qué quiere hacer sentir la marca y a quién se dirige.
2. El triángulo del color emocional
César propone una estructura sencilla pero efectiva para equilibrar emoción y coherencia visual:
-
Color base: define la personalidad central de la marca (por ejemplo, confianza, juventud o elegancia).
-
Color de apoyo: refuerza o complementa la emoción principal, aportando matices.
-
Color acento: genera contraste, atención y memorabilidad.
Esta combinación crea armonía visual y emocional, permitiendo que cada elemento del diseño tenga una función expresiva.
3. Adaptar el color al contexto cultural
El color no significa lo mismo en todas partes.
César Alejandro Reyna Carrillo enfatiza que “una marca mexicana no comunica igual que una marca europea”. En México, los tonos vibrantes como el naranja, el magenta o el turquesa evocan vida, celebración y autenticidad. Incorporar estos matices puede reforzar la identidad cultural sin caer en clichés visuales.
4. Paleta emocional y estrategia digital
En entornos digitales, el color también tiene un rol funcional. No solo debe emocionar, sino también guiar la atención del usuario.
Por ejemplo, un color acento bien aplicado puede dirigir la mirada hacia un botón o un mensaje clave. En redes sociales, una paleta coherente refuerza el reconocimiento visual y ayuda a construir una marca más memorable.
5. La evolución emocional del color
Las paletas cambian, las emociones permanecen.
Cada temporada trae nuevas tendencias, pero el diseñador debe adaptarlas al ADN de la marca. Para noviembre, César Alejandro Reyna Carrillo recomienda tonos cálidos y envolventes, como el terracota, el beige rosado y el verde oliva, que evocan calma, introspección y conexión con la naturaleza.







