Las corridas de toros en la Ciudad de México se mantendrán en pie tras una determinación judicial que rechazó conceder la suspensión definitiva de esta práctica. La jueza Sandra de Jesús Zúñiga, del Quinto de Distrito en Materia Administrativa, denegó la medida cautelar solicitada por la asociación “Todas y Todos por Amor a los Toros” y el diputado local de Morena, Jorge Gaviño. A pesar de esta decisión, el debate en torno a la legalidad y moralidad de estos espectáculos continúa, polarizando opiniones entre quienes los consideran un arte y quienes los repudian como actos de tortura y maltrato animal.
El espectáculo taurino ha sido objeto de controversia en la Ciudad de México y en diversas partes del mundo, donde coexisten posturas encontradas respecto a su legitimidad y ética. Mientras algunos lo consideran una tradición arraigada en la cultura y el folclore, otros lo condenan como una forma de violencia contra los animales. Esta polarización se refleja en la reciente decisión judicial que, si bien permite la continuidad de las corridas de toros, abre la puerta a un escrutinio legal más profundo sobre su constitucionalidad.
El diputado local de Morena, Jorge Gaviño, ha sido una figura destacada en la oposición a estos espectáculos, argumentando la necesidad de evaluar si el trato dado a los toros en las corridas es compatible con los principios constitucionales de respeto a los derechos de los animales. Aunque la negativa de la jueza a la suspensión definitiva representa un revés para los defensores de los derechos animales, Gaviño asegura que continuarán utilizando todos los recursos legales a su disposición para impulsar la prohibición de estas prácticas en la capital del país.
El contexto legal en torno a las corridas de toros ha sido objeto de numerosos litigios y acciones judiciales en los últimos años. La reapertura de la Plaza de Toros México el pasado 28 de enero, tras una suspensión temporal dictada por un juez en 2022, marcó un cambio en este conflicto. Aunque esta medida fue inicialmente revertida, la persistencia de los defensores de los derechos animales ha llevado a una serie de idas y venidas legales que han mantenido viva la discusión sobre el futuro de estos espectáculos.
La situación en la Ciudad de México también refleja un panorama más amplio en el país, donde el debate sobre las corridas de toros ha cobrado relevancia en distintas regiones. A pesar de que cinco de los 32 estados mexicanos han prohibido estos espectáculos, la lucha por la abolición continúa en otras áreas, como lo evidencia la reciente suspensión indefinida de las corridas en Guadalajara, Jalisco. Estas acciones judiciales reflejan la creciente sensibilidad hacia el bienestar animal y la búsqueda de un equilibrio entre tradición y ética en la sociedad contemporánea.
En conclusión, la decisión judicial de mantener las corridas de toros en la Ciudad de México representa un capítulo más en un debate que trasciende lo legal para adentrarse en cuestiones morales y culturales. Aunque los defensores de los derechos animales enfrentan un obstáculo en su lucha por la abolición de estas prácticas, su determinación y perseverancia indican que el conflicto está lejos de resolverse. Mientras tanto, la sociedad mexicana continúa reflexionando sobre el lugar de las tradiciones en un mundo cada vez más consciente de los derechos de los animales y la ética en el trato hacia ellos.
