El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) enfrenta una de las crisis financieras más severas en sus 72 años de historia. Bajo la administración de Ignacio Salgado García, iniciada en diciembre de 2023, el instituto se ve sumergido en un escenario de escasez y limitaciones que pone en jaque la salud de sus afiliados.
La situación actual del ISSEMyM es alarmante, con un notable desabasto de medicamentos esenciales. A esto se suma una falta crítica de insumos quirúrgicos, obligando a posponer operaciones que, si bien no son emergencias, son esenciales para la salud y bienestar de los derechohabientes. Los profesionales médicos se enfrentan al desafío de convencer a los pacientes sobre la no urgencia de sus procedimientos, ocultando la dura realidad de la falta de recursos necesarios para llevarlos a cabo.
Ignacio Salgado García asumió el cargo en un momento crítico para el ISSEMyM. El instituto, responsable de asegurar la salud y asistencia de los trabajadores del Estado de México, ya mostraba signos de una grave crisis financiera que ahora ha alcanzado un punto crítico, con impactos directos en la atención médica.
El equipo directivo del ISSEMyM, compuesto por 21 titulares, incluyendo a Salgado García, enfrenta un desafío sin precedentes. A finales de 2022, el ISSEMyM contaba con una población de 839,272 afiliados, compuesta por 379,862 servidores públicos, 73,705 pensionados y pensionistas, y 385,705 dependientes económicos. La pregunta que surge es: ¿Existe un camino para el rescate de esta institución?
La gobernadora Delfina Gómez Álvarez está al tanto de la situación crítica que atraviesa el ISSEMyM. Su papel es fundamental en la búsqueda de soluciones para una institución que no solo enfrenta una crisis financiera, sino que también lucha por mantener su capacidad de brindar servicios esenciales de salud a casi un millón de personas. La esperanza de un rescate y la reestructuración del ISSEMyM son temas de relevancia que ocupan la agenda gubernamental.
El ISSEMyM se encuentra en una encrucijada, luchando por sobrevivir en medio de una crisis financiera y de suministros que amenaza su capacidad de servir adecuadamente a sus afiliados. La comunidad del Estado de México espera ansiosamente soluciones efectivas que puedan revivir esta institución esencial y restablecer la confianza en su sistema de salud.