En noviembre de 2024, México logró reducir su tasa anual de inflación a 4.55%, el nivel más bajo desde abril de 2020, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este descenso marca un respiro para los consumidores, quienes han enfrentado incrementos constantes en los precios en los últimos años. En este artículo de Notidex, te explicamos qué significa esta baja, qué productos destacaron y cuáles subieron en este periodo.
El descenso de la inflación en noviembre se debe principalmente a la reducción de precios en ciertos productos y servicios clave, como resultado de factores estacionales y mejoras en la producción agrícola. Los siguientes aspectos fueron determinantes:
- Electricidad: Registró una disminución de 22.32%, gracias a los programas de tarifas de temporada implementados en diversas regiones del país.
- Productos agropecuarios: Precios como el del limón y otras hortalizas experimentaron caídas significativas, impulsados por mejores cosechas en el ciclo agrícola.
- Jitomate y huevo: Ambos productos básicos también mostraron bajas en sus costos, lo que benefició directamente a los hogares mexicanos.
Estas reducciones ayudaron a contrarrestar el impacto de los incrementos en otros sectores, equilibrando el índice general de precios.
A pesar de la buena noticia general, algunos bienes y servicios experimentaron aumentos importantes durante noviembre, en particular aquellos relacionados con factores de alta demanda estacional o costos de producción. Entre los principales destacan:
- Transporte aéreo: Con un aumento superior al 22%, debido a la alta demanda en el periodo vacacional.
- Gas LP y pollo: Ambos productos reflejaron incrementos por factores de mercado que aún persisten.
- Servicios generales: Aunque los aumentos fueron moderados, siguen presionando los presupuestos familiares.
Por otro lado, la inflación subyacente (que excluye bienes de alta volatilidad como los agropecuarios y energéticos) mostró un incremento mensual moderado, reflejando estabilidad en los precios de mercancías y servicios.
En contraste, la inflación no subyacente, que incluye productos de alta volatilidad, registró variaciones a la baja, especialmente en alimentos como frutas, verduras y ciertos energéticos. Este comportamiento ha sido crucial para mantener una tendencia a la baja en la inflación general, ofreciendo alivio en sectores que tradicionalmente afectan más a las familias mexicanas.
Expertos destacan que esta tendencia inflacionaria positiva refleja un alivio en el panorama económico del país, pero advierten que aún persisten retos. Algunos rubros, como los servicios y energéticos, podrían mantener presiones sobre los precios. Estas dinámicas serán determinantes para las decisiones del Banco de México, especialmente en relación con las tasas de interés en los próximos meses.
La reducción de la inflación no solo es una buena noticia macroeconómica, sino que también trae beneficios tangibles para los consumidores. Menores incrementos en alimentos y servicios esenciales significan un mayor poder adquisitivo, particularmente para los hogares de menores ingresos, quienes son los más afectados por las alzas en productos básicos.
En conclusión, el nivel de inflación de 4.55% en noviembre de 2024 es una señal alentadora para la economía mexicana, aunque con desafíos aún por enfrentar. Para los consumidores, este escenario representa un alivio, especialmente en los precios de productos básicos. Sin embargo, la vigilancia sobre sectores con incrementos continuará siendo clave para garantizar una estabilidad económica a largo plazo.