En un esfuerzo por consolidar espacios educativos seguros y libres de violencia, la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de México (Secti) puso en marcha un fortalecimiento integral de los lineamientos para prevenir, identificar y atender casos de abuso sexual infantil, acoso y maltrato escolar dentro de los planteles de educación básica.
La dependencia detalló que esta estrategia prioriza la capacitación de directivos y docentes, quienes reciben formación especializada para reconocer señales de riesgo y responder con precisión ante cualquier situación que ponga en peligro a estudiantes. El propósito es contar con personal preparado, con claridad jurídica y emocional, para actuar de forma inmediata y conforme a los protocolos oficiales.
Como parte de los lineamientos actualizados, el personal educativo deberá seguir una ruta de acción precisa cuando se detecten indicios o denuncias de abuso sexual presuntamente cometido por una persona servidora pública. Entre las obligaciones se encuentran:
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Notificar los hechos de manera inmediata a la autoridad escolar o educativa superior.
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Informar sin demora a padres, madres o tutores de la víctima.
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Gestionar la intervención del programa Convive, del DIF Estado de México a través de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, o acudir directamente a la Fiscalía General de Justicia mexiquense (FGJEM).
Estas medidas buscan eliminar demoras, garantizar protección temprana a la víctima y asegurar que las autoridades competentes intervengan desde el primer momento.
Si la agresión ocurre entre alumnos y es detectada en el momento, el procedimiento exige acciones adicionales para preservar la integridad física y emocional de las personas menores de edad. El personal deberá:
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Levantar un acta detallada de los hechos.
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Separar al estudiantado involucrado para evitar nuevos contactos.
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Aplicar medidas de contención y protección psicosexual.
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Resguardar toda la documentación del caso hasta su resolución final.
Este tipo de intervenciones busca mantener un ambiente escolar estable mientras se desarrollan las investigaciones correspondientes.
Respecto a situaciones de acoso o intimidación entre estudiantes, la Secti instruyó a emitir advertencias verbales y por escrito a quienes incurran en estas conductas. Las notificaciones deben detallar comportamientos inadecuados y las medidas disciplinarias aplicables, además de integrarse al expediente académico del agresor.
El objetivo es crear antecedentes verificables que permitan un seguimiento puntual y evitar la repetición de actos que afecten la convivencia escolar.
La autoridad educativa subrayó que todas las personas que laboran en las escuelas, incluidas figuras administrativas, están obligadas a proteger a las y los estudiantes y a denunciar cualquier hecho que ponga en riesgo su integridad.
Asimismo, la Secti advirtió que ignorar los protocolos o minimizar los hechos puede derivar en responsabilidades de carácter laboral, administrativo, civil o penal.
El endurecimiento de los protocolos ocurre en un contexto donde organizaciones civiles, como Tejiendo Redes Infancia, han alertado sobre la persistencia de la violencia sexual infantil en el Estado de México. Aunque recientemente se aprobó en el Congreso local la imprescriptibilidad para reclamar reparación del daño en delitos sexuales cometidos contra menores, especialistas advierten que esta medida resulta insuficiente sin una atención integral y preventiva dentro de los espacios escolares.
En conclusión, con estas acciones, la Secti pretende cerrar brechas, fortalecer la actuación institucional y asegurar que cada plantel sea un entorno protegido, donde niñas, niños y adolescentes puedan desarrollarse sin miedo.
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