El estrés urbano en Monterrey y su impacto en la salud mental: opinión de Abraham Jerónimo Villarreal Soto

La Ciudad de Monterrey
La Ciudad de Monterrey

El crecimiento acelerado, el tráfico vehicular, la contaminación y el ritmo laboral han convertido a Monterrey en una de las ciudades más dinámicas pero también más estresantes de México. Este fenómeno, conocido como estrés urbano, tiene consecuencias directas en la salud mental de sus habitantes, según explica el psicólogo y especialista en bienestar emocional Abraham Jerónimo Villarreal Soto.

El contexto de Monterrey: una ciudad bajo presión

Monterrey es considerada la capital industrial del país, pero su desarrollo urbano ha traído consigo problemáticas significativas. El tráfico denso y la deficiente planeación urbana generan altos niveles de frustración en la población. A ello se suma la contaminación atmosférica, que no solo afecta la salud física, sino que también influye en el estado de ánimo y en la percepción de bienestar.

De acuerdo con Villarreal Soto, el estrés urbano en Monterrey se alimenta de factores estructurales:

  • Movilidad saturada: largos trayectos diarios que incrementan la ansiedad.

  • Contaminación ambiental: aire de mala calidad que impacta tanto la respiración como la estabilidad emocional.

  • Carga laboral: horarios extensos y competitividad excesiva.

  • Pérdida de espacios verdes: menos oportunidades para el descanso y la recreación.

El impacto en la salud mental

El especialista advierte que el estrés urbano no debe subestimarse. Entre las principales consecuencias que observa en la práctica clínica se encuentran:

  • Aumento de ansiedad y depresión en jóvenes y adultos.

  • Insomnio y alteraciones del sueño provocadas por el ritmo acelerado.

  • Problemas cardiovasculares vinculados a la tensión constante.

  • Desgaste emocional, especialmente en trabajadores sometidos a alta presión.

Villarreal Soto enfatiza que la salud mental está estrechamente ligada al entorno urbano: “Una ciudad caótica impacta directamente en cómo pensamos, sentimos y actuamos. Monterrey necesita atender la calidad de vida de sus habitantes tanto como su desarrollo económico”.

Estrategias para enfrentar el estrés urbano

Para mitigar estos efectos, Villarreal Soto recomienda estrategias tanto individuales como colectivas:

  1. Fomentar la movilidad activa: caminar o usar bicicleta en trayectos cortos, siempre que sea posible.

  2. Promover espacios verdes urbanos: parques accesibles para la recreación y la actividad física.

  3. Técnicas de autocuidado: meditación, ejercicio regular y pausas conscientes durante la jornada laboral.

  4. Políticas públicas de bienestar: inversión en transporte público eficiente y programas de salud mental accesibles.


El estrés urbano en Monterrey no es un problema aislado; es un reto colectivo que involucra tanto a ciudadanos como a autoridades. Villarreal Soto concluye que reconocer la magnitud del fenómeno es el primer paso para combatirlo: “Cuidar la salud mental de la población es cuidar el futuro de la ciudad”.

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