Un nuevo estudio de la Academia de Ciencias de China, publicado en la prestigiosa revista Cell, advierte que el proceso de envejecimiento humano se intensifica significativamente alrededor de los 50 años, con cambios biológicos profundos que afectan a órganos y sistemas clave del cuerpo.
Proteínas y órganos, las primeras señales del deterioro
El equipo de investigación, liderado por Yingjie Ding, analizó muestras de órganos y tejidos de 76 personas de entre 14 y 68 años que fallecieron por traumatismos craneoencefálicos accidentales. Este análisis permitió elaborar un detallado atlas proteico que muestra cómo varían los niveles de proteínas en distintas etapas de la vida.
Los resultados evidencian que las proteínas vinculadas a los vasos sanguíneos son las primeras en mostrar signos de deterioro, seguidas por las relacionadas con el páncreas y el bazo. Este patrón de degradación proteica se intensifica entre los 45 y 55 años, una etapa marcada por una importante remodelación tisular.
Comparación con investigaciones previas
Estudios anteriores, como el publicado en agosto de 2024 en Nature Ageing, ya habían identificado hitos críticos en el envejecimiento biomolecular: el primero a los 44 años y el segundo a los 60. Sin embargo, la nueva investigación aporta un mapa más completo, que detalla cómo y cuándo se producen las alteraciones proteicas en cada órgano.
Hacia tratamientos más efectivos contra el envejecimiento
El propósito de este trabajo es ofrecer una base científica sólida para el desarrollo de tratamientos antienvejecimiento personalizados. Según los autores, comprender los mecanismos que originan los desequilibrios proteicos permitirá diseñar intervenciones específicas para prevenir o retrasar enfermedades asociadas con la edad.
“Estos conocimientos podrían allanar el camino para mejorar la salud y calidad de vida de los adultos mayores”, afirman los investigadores.
Claves del estudio
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Publicado en: revista Cell.
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Institución líder: Academia de Ciencias de China.
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Rango de edad analizado: 14 a 68 años.
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Órganos más afectados: vasos sanguíneos, páncreas y bazo.
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Etapa crítica: entre los 45 y 55 años.
Este hallazgo no solo confirma que el envejecimiento no ocurre de forma lineal, sino que identifica periodos críticos en los que el cuerpo experimenta un deterioro acelerado, abriendo nuevas oportunidades para la medicina regenerativa y la longevidad.