El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, confirmó los reportes de agua contaminada en diversas colonias de la alcaldía Benito Juárez. Este anuncio, realizado a través de un video en sus plataformas de redes sociales, ha traído algo de tranquilidad a los habitantes, al descartarse la presencia de gasolina y, con ello, cualquier riesgo de explosividad.
Las investigaciones preliminares, enfocadas en la zona poniente de la mencionada alcaldía, han descartado que la contaminación provenga de fuentes principales como el Sistema Cutzamala, el Tanque de Santa Lucía, o los pozos locales. Esta especificación sugiere que el problema es aislado y gestionable, localizado en una zona específica, lo cual permite a las autoridades concentrar sus esfuerzos de manera más efectiva.
El análisis de diversas muestras recolectadas de los domicilios afectados ha sido crucial para entender la naturaleza de la contaminación. El uso de tecnologías como el explosímetro, un dispositivo diseñado para medir el riesgo de explosividad de ciertas sustancias a través de los gases presentes, ha confirmado la ausencia de gasolina y, por lo tanto, de riesgo de explosión.
Sin embargo, se ha identificado la presencia de una sustancia perteneciente a la familia de los aceites y lubricantes. Esta información es vital, ya que orienta la investigación hacia fuentes potenciales de esta contaminación, tales como establecimientos industriales, gasolineras cercanas y sitios de construcción.
El Gobierno de la CDMX, bajo la dirección de Batres, ha emprendido una búsqueda exhaustiva para identificar el punto exacto de contaminación. Esta tarea incluye una revisión detallada de posibles fuentes de aceites y lubricantes dentro de la zona afectada. Además, se está brindando atención directa a los vecinos de las colonias Nonoalco, Nochebuena, Ciudad de los Deportes, y Del Valle Norte y Centro, quienes reportaron inicialmente el problema.
La rápida respuesta del Gobierno de la Ciudad de México refleja su compromiso con la salud y seguridad de sus habitantes. Aunque la situación es preocupante, las medidas adoptadas hasta el momento sugieren una gestión eficaz y transparente del problema. Se espera que las investigaciones en curso ofrezcan pronto soluciones concretas y restauren la confianza en la calidad del agua suministrada a los hogares afectados.