La mañana de este martes fue localizado el cuerpo sin vida de Natalia “N”, adolescente que había sido reportada como desaparecida desde el pasado 27 de junio en el municipio de Xonacatlán. El hallazgo ocurrió en un paraje conocido como La Rosa, en la localidad de Santa Ana Jilotzingo, municipio de Otzolotepec.
Según los primeros reportes, el cuerpo fue encontrado alrededor de las 7:00 de la mañana, a la orilla de un río y junto a un campo de cultivo de maíz. Autoridades confirmaron que la víctima presentaba signos visibles de violencia, lo que ha encendido las alarmas por un posible caso de feminicidio en el Estado de México.
Familiares de Natalia habían reportado su desaparición tras verla por última vez en un gimnasio ubicado en el centro de Xonacatlán. Ante la falta de resultados en la búsqueda, el pasado domingo 29 de junio, sus seres queridos y vecinos realizaron un bloqueo en la carretera Toluca-Naucalpan, a la altura de la entrada al municipio, para exigir a las autoridades una respuesta inmediata.
Como resultado de esta presión social, la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México, en coordinación con otras dependencias, puso en marcha una búsqueda individualizada. Esta labor culminó con el trágico hallazgo de Natalia.
Tras la localización del cuerpo, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) abrió una carpeta de investigación por el delito de feminicidio, en lo que podría ser uno más de los lamentables casos que aquejan a mujeres jóvenes en la entidad.
Horas después, elementos de la Policía Estatal y de la propia Fiscalía desplegaron un operativo en la colonia Emiliano Zapata, también en Xonacatlán. Durante la movilización fueron detenidas tres personas presuntamente involucradas en el crimen. Sin embargo, hasta el momento, ninguna institución ha confirmado oficialmente estas detenciones.
El caso de Natalia “N” se suma a una creciente lista de feminicidios en el Estado de México, una de las entidades con mayores índices de violencia de género en el país. Colectivos feministas, familiares de víctimas y organismos defensores de derechos humanos han pedido mayor celeridad en la impartición de justicia y políticas públicas más eficaces para prevenir estos crímenes.
En conclusión, la comunidad de Xonacatlán se encuentra consternada y exige que se haga justicia por Natalia, quien fue arrebatada de forma violenta, dejando una huella imborrable en quienes la conocieron.