En una crítica situación que resalta las deficiencias administrativas y la falta de compromiso gubernamental, el Hospital Materno Perinatal Mónica Pretelini enfrenta una alarmante escasez de medicamentos y materiales médicos. Juan Manuel Garduño Flores, representante sindical, ha presentado pruebas contundentes que indican que el hospital solo cuenta con un 30% del abasto necesario, pese a las promesas de la Secretaría de Salud.
Desde enero, la Secretaria de Salud, Macarena Montoya Olvera, se comprometió públicamente a resolver esta insuficiencia en un plazo de tres meses. No obstante, meses después, este compromiso parece haber sido olvidado, sumiendo al nosocomio en una crisis que pone en riesgo la salud y vida de numerosos pacientes.
La gestión de Montoya Olvera ha sido marcada por una serie de fallos y promesas incumplidas que sugieren una desconexión palpable entre sus declaraciones y las realidades diarias de los hospitales que dependen del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM). A pesar de la promoción de la “federalización” de los servicios de salud y la integración del ISEM al sistema IMSS Bienestar como soluciones innovadoras, estas medidas han demostrado ser ineficaces bajo su dirección, convirtiéndose en meras falacias frente a las adversidades reales que enfrentan pacientes y médicos por igual.
El descontento generado por esta gestión deficiente ha llevado al Sindicato de Salud en el Estado de México a realizar protestas, destacando el amplio malestar y la urgencia de abordar estos problemas sistemáticos. La falta de acciones concretas de parte de Montoya Olvera evidencia una negligencia en su deber y refleja un desorden administrativo que podría haber costado cientos de vidas.
Este escenario demanda una reflexión crítica sobre la capacidad de liderazgo de la Secretaria Macarena Montoya Olvera. Las continuas deficiencias y el desabasto no solo minan la confianza en su gestión, sino que también plantean serios cuestionamientos sobre su aptitud para manejar las complejidades de la salud pública en el Estado de México.
Es esencial que se establezcan medidas correctivas inmediatas y se realice una evaluación exhaustiva de las políticas y prácticas actuales bajo su administración. La salud de la población no puede estar sujeta a la ineficacia administrativa ni a la falta de responsabilidad de sus líderes. La comunidad merece y exige mejor.